El nuevo Prefecto lascivo para la Doctrina de la Fe


El decrépito bergoglio no quiere irse a la tumba sin antes dejar un regalo envenenado a la Iglesia para acabar de demoler lo que ha quedado de la doctrina de Cristo después de 11 años de su `ilustre pontificado´

Su nuevo nombramiento para la "defensa católica " de los errores contra el Dogma y la Fe no lo habría mejorado ni el mismo Satanás. No cabe duda que la mofa va implícita en dicha elección.

Informa en.news:

El nuevo prefecto de la “Doctrina de la Fe” de Francisco, el arzobispo de La Plata (Argentina), monseñor Víctor Manuel Fernández, publicó su libro Sáname con la boca. El arte de besar (1995) que incluye poesía lasciva y pensamiento perverso. 


Algunas citas de una mente estrafalaria. (No recomendada su lectura)


“Baja, querida,

antes de que te despierte

de golpe

algún desesperado

con un chupón terrible.

¿Cómo fue Dios

tan despiadado

para darte esa boca...

No hay quien resista,

bruja,

escóndelo
” (Víctor M. Fernández).

[…]

“Por eso, no preguntes

qué le pasa a mi boca.

Mátame de una vez

con el próximo beso

desángrame del todo,

loba,

devolveme la paz

sin piedad” (Tucho).

“Muchas prostitutas se prestan a todo tipo de juegos sexuales, pero no se dejan besar por cualquiera”.

“Lo que más me gusta es el beso de la paz en la Misa. Ahí fue el primer beso con la mina que tengo ahora”.

“Me encanta recorrer con besos pequeñitos toda la extensión de los labios del otro”.

“Me ‘recopa’ besarle la punta de los dedos. Se pone más cariñosa que nunca”.

“Me volví loca de gusto una vez que se le dio por besarme los ojos. Pero no se lo digo porque aquél me va a dejar ciega”.

“Cuando la beso en la oreja se excita mucho, y encoge los hombros”.

“El beso centrípeto es cuando chupás y absorbés con los labios. El beso centrífugo es cuando entrás con la lengua. Cuidado con los dientes”.

“Mi novio pone la boca dura cuando besa. Todavía no aprendió a aflojar los labios. ¡Bonito!”.

“En cambio, el que besa bien experimenta que su vida se salva en cada beso, como si en cada beso entrara en un ámbito santo, de pura vida, de gracia redentora”.