*La dictadura de la belleza


Augusto Cury es el autor más vendido en Brasil en los últimos diez anos y afirma: “Todos poseemos una belleza psíquica y física singular”








“Mi objetivo es diseccionar un cáncer social que ha provocado la infelicidad y la frustración de millones de seres humanos, en especial mujeres y adolescentes. Se trata de una terrible dictadura que oprime y destruye la autoestima del ser humano y de la que son víctimas incluso niños y adolescentes: la dictadura de la belleza. "Más del 98% de las mujeres no se ven guapas. Vivimos en una paranoia colectiva”. 

 Augusto Cury anima a sus lectores a adentrarse en la trampa de los patrones de belleza que imponen los medios y la gigantesca industria relacionada con la imagen, a reflexionar sobre sus consecuencias físicas y psíquicas para cientos de millones de personas, y a “iniciar una revolución inteligente y serena contra esta dramática dictadura”.
Sus obras abordan temas relacionados con la educación y la superación personal con el objetivo de que las personas tengan una mejor calidad de vida a través del conocimiento de sí mismos, apoyándose en sus fortalezas y evitando la adaptación a modelos impuestos ajenos al ser de cada individuo.
La sociedad moderna está muy enferma. Es ‘exteriorizante’. Cada vez conocemos más lo de fuera, los pequeños átomos que nunca veremos y el inmenso espacio que nunca pisaremos, mientras que sabemos muy poco del ‘planeta psíquico’, acerca de cómo pensamos, cómo desarrollamos angustias, cuál es el sentido de la existencia o cómo convertirnos en actores únicos del teatro de la existencia. Es increíble que las personas no conozcan lo más importante: a sí mismos. Esta sociedad ‘exteriorizante’ está desarrollando rápidamente una cantidad de enfermedad jamás vista en la historia”.
Los inteligentes aprenden con sus errores, los sabios aprenden con los errores de los otros.
Para Cury, todo empieza con la educación, “que no da cabida a las emociones y que prepara a los estudiantes para actuar en el mundo de fuera y no para ser directores de su propia historia”. Se crean profesionales excelentes que no saben vivir ni manejar su propia historia. 


Estereotipos interiorizados

Recuerda Cury que los inteligentes aprenden con sus errores, pero los sabios aprenden con los errores de los otros. “Lo mejor es observar las dificultades y crisis de los otros y absorber esas experiencias para superar obstáculos. Aún así, todos habremos de pasar por períodos de caos para hacer aflorar la creatividad que llevamos dentro.

Nadie es digno de decirse maduro sin pasar por fracasos y lágrimas. El éxito personal, la excelencia intelectual, no se consigue siendo una persona meramente cartesiana, lógica, estímulo-respuesta. Este tipo de personas pueden ser buenos dos o tres años, pero después son un desastre para todo. Es necesario educar personas generosas, altruistas, solidarias y que aprecien la vida como un espectáculo único que no se puede desperdiciar. Ellos son quienes realmente marcan la diferencia pues se reinventan continuamente y ofrecen soluciones a los graves problemas a los que nos enfrentamos”.

Sin embargo, nuestro sistema crea estereotipos que interiorizamos desde pequeños. Son los modelos de ‘gente guapa y/o sobresaliente deportista o profesional’ con una pareja estupenda, un coche maravilloso y una casa enorme amén de todo tipo de lujos y comodidades.


Debemos saber que la felicidad y la madurez se encuentran en las cosas pequeñas. Una persona que se exige excesivamente a sí mismo para corresponder a las expectativas de los otros, se convierte en verdugo de sí mismo. Somos seres humanos y nuestra vida es breve . Vivamos con profundidad, madurez y disfrutemos de nuestra existencia”.
Los datos escalofriantes de la belleza

las mujeres han conseguido cotas de libertad individual muy importantes en las últimas décadas, pero siguen siendo esclavas de unos patrones de belleza inalcanzables. Esto afecta a más de ¡dos mil millones de mujeres!”.
Este patrón, difundido por los medios de comunicación y al servicio de gigantescos intereses empresariales, “impacta en el inconsciente y fomenta la preocupación excesiva por la estética y por la opinión de los demás, el consumismo exacerbado, el autocastigo, el humor triste y el miedo exagerado a envejecer y a no ser aceptados”. Se construye así la peor dictadura posible, una que “nos controla por dentro y cuyos datos son escalofriantes:

-60 millones de personas padecen anorexia nerviosa (el 90% son mujeres) que desarrollaron en la adolescencia, millones pueden morir de inanición
- más de un 25% de mujeres sufre de fatiga excesiva
- un 20% tiene miedo a la vida, a no ser aceptada
- más de un 5% (la mayoría adolescentes) desea suicidarse
- un 17% se aísla totalmente, etc.”.

Cada hombre y cada mujer debería vivir un romance consigo mismo

La mayoría de los seres humanos “proyectamos en el exterior, en productos y servicios, nuestras necesidades, creyendo encontrar en ellos lo que necesitamos cuando en realidad nos estamos buscando a nosotros mismos sin saberlo. En el caso de millones de mujeres la búsqueda se centra en ese modelo inalcanzable y único de belleza”. Así, la gran mayoría acabamos sufriendo de soledad, de falta de encuentro con nosotros mismos.

“Esto se traduce en distintos tipos de soledad que pueden llegar hasta el autoabandono. La más obvia es la social, según la que podemos estar solos en medio de la multitud. Otro tipo de soledad se relaciona con la producción ininterrumpida de imágenes mentales. Tiene que ver con el síndrome del pensamiento acelerado derivado del exceso de información que afecta a gran parte de la población mundial y se manifiesta en forma de dolores de cabeza y musculares, irritabilidad, fluctuación emocional, desconcentración, baja capacidad para soportar frustraciones, fatiga al despertar…”. 
Debemos aprender a manejar nuestras emociones y a reducir el estrés eliminando los pensamientos perturbadores en el momento en que aparecen. Si no lo hacemos, la memoria los registrará automáticamente y no podrán ser borrados. En los computadores el usuario corta lo que quiere, pero en el córtex cerebral no. Debemos identificar y reciclar cada pensamiento perturbador, cada miedo, cada angustia, cada preocupación, para no generar zonas traumáticas que encarcelan el lugar en el que deberíamos ser libres”.
Para terminar un consejo: “Cada mujer, hombre, adolescente o niño, debería vivir un romance consigo mismo, una historia de amor con su propia vida, pues todos poseemos una belleza física y psíquica singular y única. La belleza está en los ojos del que observa”.


Fuente: El Confidencial