*Preparaos para el 2º Pentecostés

La Virgen Stma a Agustín del Divino Corazón. Enero 11/2010



“Hijos carísimos: El segundo Pentecostés vendrá, porque algunas almas se han ofrecido como víctimas, como pequeños pararrayos del gran Pararrayos que es Jesucristo, Víctima
Divina. El segundo Pentecostés vendrá, porque Mi ejército victorioso siempre se mantendrá en pie; el adversario nunca podrá derribarlo.


El segundo Pentecostés vendrá como susurros de brisa suave; brisa que humedecerá la tierra árida; brisa que transformará el desierto en un manantial de aguas abundantes; brisa que hará florecer valles resecos y marchitos; brisa que dará mayor verdor a los árboles; brisa que servirá como abono para que la cosecha dé frutos abundantes.

El segundo Pentecostés vendrá para purificar la Iglesia. Iglesia que se volverá
diáfana, limpia. Iglesia que vivirá humilde y pobremente. Iglesia que imitará las virtudes
de su Madre Virginal. El segundo Pentecostés vendrá para Jesús instaurar Su Reino de Amor entre vosotros. Reino que no es como los de la Tierra; Su Reino es un Reino de Paz y de Justicia, Reino de Misericordia y de Bondad infinita. 


El segundo Pentecostés vendrá para dar al mundo el orden para el cual fue creado; mundo actual: apartado de las Leyes de Dios, secularizado, encaminado a la consecución del placer y de los bienes materiales.

El segundo Pentecostés vendrá, y el Espíritu Santo descenderá con ímpetu y fuerza para
que Jesús sea mayormente amado y conocido. El segundo Pentecostés vendrá, porque habrá un solo rebaño y un solo Pastor. Yo, como Madre de la Iglesia, seguiré guiando la vida de Mis hijos. El segundo Pentecostés vendrá, una vez la Iglesia haya sido purificada y renovada por grandes sufrimientos; cuando aplaste con Mi Talón la cabeza de la serpiente, las puertas del infierno se cerrarán y el mundo nuevo vivirá como si no existiese el pecado. 


El segundo Pentecostés vendrá para liberar al mundo del yugo del pecado y de satanás; liberación que se dará por medio de la gran Purificación y del Castigo; purificación que dará fin a la humanidad pecadora. Purificación que abrirá las puertas de la Nueva Jerusalén. Purificación que volverá al orden primero de la Creación, porque muy pronto veréis Cielos nuevos y Tierra nueva.

El segundo Pentecostés vendrá, para dar muerte al dragón rojo y a la bestia negra; porque
la Iglesia, después de haber pasado por una horrorosa crisis, volverá a renacer, resplandecerá en su plenitud. El segundo Pentecostés vendrá, porque una porción amada, el resto fiel, no se dejará tambalear por las fuertes tormentas ni por los vientos impetuosos que soplen sobre ella.
Yo la esconderé en Mi Inmaculado Corazón, la ocultaré del adversario, la conservaré intacta, pura. 


El segundo Pentecostés vendrá, porque es necesaria la purificación para la Iglesia; es
urgente el segundo advenimiento de Jesús. Muchas almas se condenarán si el tiempo no es abreviado. El segundo Pentecostés vendrá porque son muchas las almas que no atienden al llamado de la conversión; son muchas las almas que desprecian los sacramentos; son muchas las almas que hieren el Sacratísimo Corazón de Jesús con su pecado, con su desobediencia a las Leyes y Mandatos Divinos. El segundo Pentecostés vendrá, después que la Iglesia haya pasado por un Viernes Santo; Viernes Santo que la llevará a su máxima purificación; Viernes Santo que la sumirá en un profundo sufrimiento para llevarla al nivel más alto de perfección.

Hijos amados:


Preparaos para el segundo Pentecostés, Consagrándoos a Mi Inmacu lado Corazón, perteneciendo al ejército victorioso de los Corazones Triunfantes.
Preparaos para el segundo Pentecostés, promoviendo el Apostolado de Reparación. Apostolado que unido a la Consagración, antepondrá el Triunfo de Mi Inmaculado Corazón. Triunfo que se dará en el mismo instante del segundo regreso de Jesús. Preparaos para el segundo Pentecostés, adorando a Jesús, Presente en la Sagrada Eucaristía. Eucaristía que os dará fuerza en este tiempo de tribulación. La Eucaristía os dará coraje para enfrentar la gran prueba; prueba que involucrará a la humanidad entera; prueba que precederá a la Nueva Jerusalén. 


Preparaos para el segundo Pentecostés, orando la corona del Santo Rosario; corona que os revestirá de Gracia para que no cedáis a la tentación y por ende al pecado; corona que Me impulsará a protegeros como una buena Madre cuida de Sus hijos; corona que unirá vuestro corazón a Mi Inmaculado Corazón, para que así sintáis Mi Presencia en los días aciagos que os esperan.”