El Papa Francisco pidió investigar posible milagro eucarístico

 
El doctor boliviano Ricardo Castañón Gómez, ha colaborado estrechamente en investigaciones para acreditar milagros, también eucarísticos, en diversas partes del mundo. Uno de los más emblemáticos, es la investigación que hizo en torno a la efusión de sangre de una imagen de Cristo de Cochabamba, en 1992. El experto, siendo entonces ateo, se asombró al ver los resultados científicos de aquella efusión, que tenía componentes humanos. Este hecho, desató un determinante vuelco espiritual, que lo llevó más tarde a convertirse al catolicismo.
 
Su grado de conocimiento es tal, que en 1999, el Cardenal Mario Bergoglio –hoy Papa Francisco- en su calidad de Arzobispo de Buenos Aires, le solicitó investigar dos hechos que se estaban produciendo en su diócesis, señaló el mismo Castañón en una Conferencia el año 2010 (pulse para ver)...

“Viajé el 6 de octubre -comienza diciendo Castañón-, y entrevisté a cinco sacerdotes testigos de todo lo ocurrido. Hasta esa fecha eran dos hostias las que habían sangrado. Por ello, tomo las muestras correspondientes, siempre acompañado del notario del arzobispado. Debo aclarar que cuando me invitaron, Cardenal Bergoglio se comunicó con Monseñor Gianfranco Girotti, entonces secretario privado del Cardenal Ratzinger en la oficina de la Congregación para la Doctrina y la Fe y fue precisamente él quien le dio referencias de mi persona al arzobispo de Buenos Aires para llevar adelante esta investigación”.
 
“El 21 de octubre de 1999 viajo al Forence Analitycal de San Francisco, un laboratorio de genética que puede hacer el análisis de las muestras que he tomado.
El 28 de enero del 2000 encuentran ADN humano en las muestras: se trata de sangre humana que tiene un código genético humano”.

“En marzo del 2000 me comunican que desean que participe de este análisis el Dr. Robert Lawrence médico forense histopatólogo experto en tejidos. A mí me dio temor la participación del Dr. Lawrence por el costo que podría implicar, y me comentaron que deseaban su participación porque en la muestra encontraron unas sustancias que parecían tejidos humanos. Entonces el Dr. Lawrence estudia la muestra y encuentra piel humana y glóbulos blancos”.

“En diciembre del 2000 el Dr. Lawrence me comenta que puede obtener más muestras de ADN, pero como me dicen que se trata de piel humana viajo a Italia porque deseo hablar con el Dr. Oduardo Ardonidoli, que ha estudiado la hostia de Lanciano (una hostia que sangró en el siglo VIII). El Dr. Ardonidoli estudió a pedido de la Conferencia Episcopal Italiana esta hostia. Yo consulté mis muestras ante Ardonidoli y él me dijo: «probablemente esto es tejido de corazón, no es epidermis, o sea no es piel humana»”.

“Como yo no puedo trabajar con probabilidades mandamos la muestra al profesor John Walker de la Universidad de Sydney en Australia y me informó que las muestras enviadas son células musculares y también encuentra glóbulos blancos intactos. Las investigaciones muestran que estos tejidos están inflamados, por lo tanto esta persona ha tenido un sufrimiento. En 2003 este mismo profesor me dice que estas muestras «pueden corresponder» a tejido de corazón inflamado. Para salir de dudas nos vamos a ver al mayor experto en patologías del corazón: el Profesor Federico Stigibe de la Columbia University en Nueva Cork”.
 
“Su informe es enviado el 26 de marzo del 2005, a cinco años y medio desde el inicio de la investigación. «Se trata de tejido de corazón. Tiene cambios degenerativos del miocardio y estos se deben a que las células están inflamadas y se trata del ventrículo izquierdo del corazón». El resultado final de esta investigación se la entregué al Cardenal Bergoglio el día viernes 17 de marzo del 2006 y es cuando me autoriza a que yo difunda esta investigación”.
 
Hoy, la hostia consagrada de este “signo eucarístico” que refiere Castañón, es venerada todos los jueves en la parroquia de Santa María de Buenos Aires.