Infovaticana. Un nuevo vídeo muestra como una empleada de la multinacional abortista afirma mantener “intactas” las cabezas de los niños para luego venderlas.
La polémica de las grabaciones a la entidad Planned Parenthood parece no tener fin. Acaba de hacerse público el décimo primer vídeo en el que se ve como Amna Dermish, médico de un centro dependiente de la entidad en Texas, afirma vender las cabezas de lo niños asesinados.
“Mi objetivo suele ser que los ‘especímenes’ salgan intactos”, cuenta Amna Dermish a los actores que se hacen pasar por miembros de una empresa de obtención de tejidos fetales. En el vídeo, la abortista también explica que “mantener intactos los fetos de 20 semanas es más difícil que los de 18″.
Dermish defiende que todas las técnicas utilizadas las aprendió de la mano de Deborah Nucatola, la Directora de Servicios Médicos de Planned Parenthood que fue protagonista de uno de los primeros vídeos que salieron a la luz.
Como respuesta acerca del uso de los cerebros de los fetos, Dermish afirma no haber tenido aún la oportunidad de extraerlos para su venta, y entre risas cuenta que será “uno de sus objetivos y algo por lo que luchar”.
Los médicos abortistas de Planned Parenthood no utilizan químicos en los bebés con menos de 20 semanas de vida, debido a que podrían provocar daños en las partes del cuerpo que se quieren vender una vez finalizado el asesinato. Para mantener intactos los órganos, utilizan técnicas de ultrasonido. De esta manera, el bebé puede ser extraído desde los pies, ya que así las partes de su cuerpo corren menos peligro.
La protagonista del vídeo, declara además que el precio de las partes del cuerpo de los bebés oscila entre los 50 o 60 dólares. Cabe destacar que en EEUU, la compra o venta de fetos humanos puede ser sancionada con diez años de prisión.
El pasado viernes se aprobó por tercera vez consecutiva en EEUU, un proyecto de ley para terminar con la financiación al gigante abortista, que continúa ganado grandes cantidades de dinero a costa del terrible negocio del tráfico de órganos de bebés asesinados.