Debes creer a Dios todopoderoso en este sublime Sacramento más que a tus propios sentidos y a las señales visibles. Y por eso debe el hombre llegar a este misterio con temor y reverencia.
Reflexiona sobre ti mismo, y mira qué tal es el ministerio que te ha sido encomendado por la imposición de las manos del obispo. Has sido hecho sacerdote y ordenado para celebrar; cuida, pues, de ofrecer a Dios este sacrificio con fe y devoción en el tiempo conveniente, y de mostrarte irreprensible.
Beato Tomás de Kempis
Imitación de Cristo
Imitación de Cristo