https://www.lifesitenews.com/news/on-the-eve-of-cardinal-pells-trial-catholic-league-president-compares-media
A pocas horas de la aparición del cardenal George Pell en una sala de audiencias australiana para responder a los cargos de abuso sexual infantil, the Catholic League (Liga Católica) publicó una declaración en la que apoyaba su derecho a un juicio justo. Su presidente, Bill Donohue, salió en defensa de Pell.
Hubo una histeria mediática el primer día que el cardenal George Pell acudió a la corte, el 26 de julio
En el juzgado de Melbourne habrá decenas de víctimas profesionales, hombres y mujeres -en su mayoría hombres- que afirman haber sido abusados hace décadas. Aunque Pell nunca ha sido encontrado culpable de nada - y Dios sabe que los abogados rapaces han intentado culpabilizarlo varias veces - está siendo tratado por los defensores de las víctimas como si fuera Jack el Destripador. Los periodistas están teniendo un gran espectáculo.
El reportero australiano Barney Zwartz tiene un artículo sesgado en el National Catholic Reporter, un medio de comunicación que rechaza las enseñanzas de la Iglesia sobre la sexualidad.
"Incluso si él [Pell] está exonerado", escribe Zwartz, "rumores en Roma sugieren que Pell no volverá a su puesto de secretario. Su credibilidad parece destruida - en gran parte autoinfligida por una serie de apariciones ante investigaciones oficiales que querían saber cómo la iglesia manejaba el abuso sexual infantil ".
En otras palabras, en los círculos de Zwartz, Pell es mercancía dañada, destruida por su propio comportamiento. Pero si Pell está acabado, Zwartz necesita explicar por qué es el tercer clérigo más alto del Vaticano, un cercano confidente de Francisco. Por otra parte, no es la credibilidad de Pell la que está en juego - es la de Zwartz.
En 2002, Zwartz escribió que "una investigación independiente por un juez jubilado no católico lo absolvió [a Pell]", pero en 2013, escribió que el nombre de Pell nunca ha sido limpiado. Su doblez socava su credibilidad.
Una cosa más. Es inexacto decir que la Iglesia ha estado envuelta en un escándalo de "abuso sexual infantil". En Australia, como señalé recientemente, como en los Estados Unidos, 8 de cada 10 víctimas eran varones post-púberes, lo que significa que la Iglesia experimentó un escándalo dirigido por homosexuales. Ha sido la homosexualidad, no la pedofilia, lo que explica el problema en ambas naciones.
Seguiremos atentamente los procedimientos contra el cardenal Pell