El Vaticano tienen prisa: el Cristo masónico











by Marco Tosatti. Traducido por: Como vara de almendro
Queridos amigos, enemigos y cualquier otro lector; esta mañana pensaba que iba a tener vacaciones. Luego me llegó un mensaje de “Pez Gordo”, que, debo confesar, realmente me dejó afectado. Por su contenido y porque sé que “Pez Gordo” es alguien que las ha visto de todos los colores, ni en sueños es un personaje fácilmente impresionable. Lean un poco:
Querido Tosatti:
Esto que voy a escribir esta vez no está hecho para hacerle soltar una carcajada. No solo he quedado mudo, porque a estas alturas nada en este pontificado me maravilla. Esta vez estoy asustado. La aceleración de estos últimos días es sorprendente, como si estuviéramos frente a una fecha límite urgente y no se quisiera perder tiempo con  sutilezas diplomáticas. Después de unos preliminares de interpretaciones ambiguas, hemos pasado a cualquier cosa que no precisan de interpretación porque son declaraciones de guerra contra la fe católica, contra Jesucristo, contra la Virgen Inmaculada. Primeramente, las declaraciones de aprecio hacia Martín Lutero (en la conferencia del arzobispo Bruno Forte el 30 de octubre). Seguidamente las declaraciones de uno de los teólogos preferidos del Papa (Andrea Grillo) que explica (sin ninguna corrección por parte de la Santa Sede) que “la transubstanciación no es un dogma”.  
Seguidamente, además,  la sorprendente e inquietante corrección pública del Cardenal Sarah hecha por el Papa, y finalmente la conferencia sobre el acercamiento entre la Iglesia y la Francmasonería (12 de noviembre en Siracusa,con grandes maestros, un prelado, y el Obispo de Noto) en cuyo logo  se representa a un Cristo perturbado sosteniendo un compás en la mano. Ciertamente, después de las manifestaciones sobre la importancia del acercamiento con los “hermanos masones” expresadas por el Cardenal Ravasi, no deberíamos sorprendernos. Pero Ravasi es Ravasi. Incluso cuando no habla arameo o griego antiguo es posible que no se entienda lo que realmente quiso decir…
 
Pero ahora estoy asustado sobre todo por la secuencia rápida de los sucesos. Es como si estuviéramos acercándonos a una fecha límite (¿la de la visión de León XIII? ¿Las profecías de La Salette? ¿De Santa Brígida? ¿De Nuestra Señora de Akita? ¿De san Vicente Ferrer?…) ¿Qué debemos esperar sea el próximo movimiento? ¿Debemos imaginar que el próximo “acercamiento” será con la tentadora serpiente del libro de Génesis, a quien se deberá dar una disculpa, “justificando” sus “buenas intenciones” de llevar el conocimiento a Adán y Eva? ¿O tal vez deberemos también reprender a San Miguel Arcángel por haberlo echado? ¿Tal vez habrá que pedir a María Santísima que se disculpe por haberle pisado la cabeza? ¿O incluso pedirle a Jesús mismo que haga lo mismo por no haberse dejado tentar en el desierto abriéndose a tener un diálogo multicultural y pluralista con Satanás que hubiera sido ventajoso para ambos?
Querido Tosatti, no lo va a creer, pero estoy empezando a tener realmente miedo. He retomado una vez más la oración de exorcismo a San Miguel Arcángel escrita por el Papa León XIII (recitada al final de la Santa Misa hasta 1964 cuando inexplicablemente fue “eliminada”). Me pregunto si tendré la fuerza para actuar sin la ayuda de mi Santa Iglesia Católica apostólica, cuando siento que cada día se pone más y más en contra del Evangelio y la Verdad que me han enseñado ¡Los Cardenales y Obispos que aún creen en la Verdad de Cristo deberían hacer algo rápidamente!  Me temo que estamos en el Fin de los Tiempos, querido Tosatti. “Pez gordo”, sí, pero aterrorizado.