21 años de edad con síndrome de Down construye negocio exitoso con su padre
HUNTINGTON, Nueva York, 24 de enero de 2018 (LifeSiteNews) - Un exitoso negocio cofundado por un joven con síndrome de Down para hacer feliz a la gente está atrayendo más atención después de que un video fue publicado en línea recientemente que contó su historia edificante.
Los medios habían prestado cierta atención a John's Crazy Socks desde su fundación en diciembre de 2016, pero un video de BBC News en Facebook que muestra la historia de la compañía tiene unos 24 millones de visitas desde que se publicó el 15 de enero.
https://johnscrazysocks.com/
"El síndrome de Down nunca me detiene", dice John Cronin, de 21 años, en el video. "Estamos extendiendo la felicidad por medio de los calcetines".
John's Crazy Socks ganó $ 1.4 millones en su primer año de negocios. Pero la historia detrás de la compañía, capturada en el video, ilustra con eficacia cómo, incluso cuando hay un cromosoma extra, la vida humana es preciosa.
"Los dos estamos absolutamente comprometidos con la visión que tenemos", afirma en el video el padre de John, Mark Cronin. "Y ambos sabemos que nos necesitamos".
"No podría hacer esto sin John", agrega Mark Cronin. "Y probablemente no podrías hacer esto sin mí, ¿verdad, John?"
"Bien, papá", responde su hijo.
John Cronin quería comenzar un negocio con su padre después de que terminó la escuela secundaria. La idea principal era que fuera una tienda divertida, dijo John.
El padre y el hijo tuvieron que descubrir qué significaba realmente ese concepto.
John tuvo la idea de abrir un camión de comida.
"Pero tuvimos un problema", dice Mark Cronin en el video, antes de dirigirse a su hijo, "¿Cuál fue el problema?"
"Los dos no podemos cocinar", responde John Cronin.
Mark Cronin luego le pide a su hijo que comparta su próxima idea.
"Y quiero vender calcetines porque llevé calcetines locos toda mi vida", dice. "Porque hago algo, que me gusta, me divierto y (para) ser creativo".
Así que comenzó con la pasión de John Cronin por los calcetines coloridos y divertidos, lo que él llama sus "calcetines locos".
Eso llevó a crear John's Crazy Socks.
Mark Cronin, quien tiene experiencia en startups y actualmente lidera una organización que desarrolla sitios de información en línea y tiendas en línea especializadas, maneja los aspectos técnicos del negocio, incluida la contabilidad, la administración de inventarios y la dotación de personal.
La compañía tiene presencia en varias plataformas de medios sociales, donde John Cronin es portavoz.
John's Crazy Socks ofrece aproximadamente 1,200 tipos diferentes de calcetines. La mayoría tiene diseños coloridos o caprichosos. También hay un Club del Calcetín del Mes, cuya selección es hecha por John cada mes.
"Tenemos todo tipo de calcetines", dijo Mark Cronin.
Los clientes reciben una nota de agradecimiento de John y algunos dulces con cada pedido. Y para aquellos que viven en Long Island, John entrega la orden de calcetines él mismo. El video de la BBC muestra a un cliente abrazando a John mientras le hace una entrega.
John's Crazy Socks emplea un equipo de tiempo completo de 12 personas, ocho de las cuales están discapacitadas de alguna manera. También dona el 5 por ciento de sus ganancias a Olimpiadas Especiales.
John Cronin diseña calcetines específicos para recaudar fondos de organizaciones benéficas. Algunos de ellos incluyen el síndrome de Down y el autismo, Olimpiadas Especiales y la investigación del cáncer de mama.
La tienda en línea con sede en Long Island, Nueva York, pasó de $ 14,700 en ventas cuando se abrió en diciembre de 2016 a $ 350,000 en marzo de 2017, según un informe TIME de abril de 2017, sin ningún tipo de comercialización. El crecimiento ya había obligado a los Cronins a trasladar la operación a un edificio más grande para satisfacer la demanda.
"El nuestro es un negocio basado en el amor", dice el sitio web de la compañía. "Estamos en una misión para difundir la felicidad a través de los calcetines".
"Y nos estamos divirtiendo", afirma Mark Cronin en el video de la BBC. "Estamos extendiendo la felicidad. ¿Qué es mejor que eso?