Milagros del Cura de Ars




La sanación milagrosa del joven Leone Roussat es narrada por su padre: "En Enero de 1862 mi hijo sufría crisis nerviosas, cada vez más graves. Recurrimos a los médicos sin resultado alguno. Más bien Leone empeoraba. 

Fui a Lyon a un médico de cabecera que le prescribió el uso de aguas ferruginosos. El resultado fue que las crisis aumentaron en número e intensidad; se repetian con una media de quince al día. 

Volví con mi hijo a Lyon, al mismo médico de cabecera, que al fin me dice:"Vuestro hijo es joven ... unos curan y otros no: es inútil que me lo traigas otra vez". Sólo quedaba una esperanza: llevar a nuestro hijo a Ars, pues habíamos empezado una novena al santo cura. 

El párroco se lo desaconsejó, por que temía que el niño muriese en el viaje. Pero el uno de Mayo se decide a ir a Ars, concretamente al sitio donde el Obispo de Balley bendecía la primera piedra de la iglesia de Ars... 

Hemos llevado al enfermo a la tumba del santo y al regreso a la posada vimos a Leone, totalmente paralizado, coger la taza con su mano derecha.
De vuelta al pueblo de Saint Laurent con una, hora de retraso, nos ponemos a cenar. Leone, de repente, "se puso a comer". 

Estaba curado. Totalmente curado.