Ann Barnhardt: según el canon 188, BXVI es el Papa


María Ferraz. Comentario al vídeo de Ann Barnhardt


El Papado es un cargo jurídico instituido por Cristo mismo y no puede ser fundamentalemente transformado ni por el Papa mismo. Un Papa no puede renunciar parcialmente, como ha afirmado BXVI al tiempo que se contradecía, al declarar: "Desde aquel momento (de mi elección al papado) me encontraba comprometido siempre y para siempre por el Señor". "El «siempre» es también un «para siempre»: no hay ya vuelta a lo privado. Mi decisión de renunciar al ejercicio activo del ministerio no revoca eso"

Un Papado tampoco no puede ser expandido a dos vicarios, ni compartido por dos cabezas.

Según Ganswein, BXVI renunció al trono pero "no ha abandonado el ministerio”. De hecho, siguió Ganswein (ver abajo), que si el papa emérito hubiera abandonado su ministerio papal hubiera sido “algo imposible después de su aceptación irrevocable del oficio en abril del 2005”.

Dice la analista católica Ann Barnhardt: Esta consideración supone un error sustancial que invalida, según el canon 188, la supuesta abdicación de BXVI

Y si es verdad que los papas pueden renunciar válidamente (como el papa Celestino), también lo es, que no pueden renunciar a una parte del cargo, sólo respecto al trono, a la parte activa pero no en cuanto al ministerio, como dice Ganswein.

Barnhardt sostiene que Benedicto XVI al haber dividido el papado en dos, //según explicó Ganswëin en una entrevista hablando en nombre de Benedicto, (y también Benedicto mismo al afirmar que él abdicó al ministerio activo) que éste asumió la parte contemplativa y su sucesor (Bergoglio), la activa, y diciendo que su forma de interpretar el papado es como un ministerio expandido del pontificado, donde él sigue llamándose Papa (emérito), llevando la sotana blanca de Papa, haciéndose llamar su Santidad, viviendo dentro del Vaticano*//
quebranta la ley canónica, ya que no es posible que el puesto de "Vicario de Cristo" sea asumido por dos personas.


Ganswein: "desde la elección de su sucesor (Francisco), no hay 2 papas sino un ministerio expandido con un miembro activo y otro contemplativo. Por esa razón Benedicto no ha renunciado a su nombre (BXVI) ni a su sotana blanca. Por ello el título correcto al que referirse a sí mismo es el de "Su Santidad". Además no se ha retirado a un monasterio aislado sino que se ha retirado en el Vaticano, como si simpelmente se hubiera apartado para dar espacio para su sucesor, y para una nueva etapa en la historia del papado, con este paso lo ha enriquecido"


Barnhardt se basa en que, la invalidez de cualquier acto jurídico según lo contempla la ley misma, hace que la situación se revierta al inicio, es decir, el acto jurídico se anula. La ley canónica (canon188) dice que una abdicación hecha en base a un error sustancial, es inválida por la ley misma (además de si está hecha inducida por grave temor etc) El error, como hemos dicho, es que BXVI pensase que él podía modificar, bifurcar el vicariato de Cristo en dos, lo cual es imposible porque el papado es de origen divino y recae sobre una persona que sustituye en la Tierra a Cristo, como Cabeza visible de su Iglesia. Cristo no tienen dos cabezas, por tanto su vicario ha de ser uno solo. 
Y nadie, ni el mismo papa puede hacer variaciones a su gusto respecto a lo que que significa un pontífice: el puente entre Dios y el hombre, a través de Cristo Dios-Hombre y su cabeza visible en su Iglesia.  Según la solemne afirmación del Señor:  "Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia. (...) A ti te daré las llaves del reino de los cielos" (Mt 16, 15-19). 


¿Qué corolarios se extraen?

-El primero es que Francisco no es papa, porque BXVI no renunció realmente y por eso sigue siendo el papa. Por este motivo y por primera vez en la historia, Dios no está protegiendo la voz del Papa, ya que Bergoglio continuamente hace declaraciones más o menos disimuladas, entre verborrea sin fin, que compromete las verdades de la Iglesia. Vemos a lo largo de la historia, a un Alejandro VI con vida disoluta pero que jamás tocó el Magisterio, y así hay más ejemplos. 
Nunca se ha alterado la doctrina católica hasta que llegó Bergoglio. El ejemplo más sangrante es la apertura a los sacramentos a los protestantes y a los adúlteros y el intento de normalizar la homosexualidad en la Iglesia.

-Si BXVI muere antes que Bergoglio, habrá la situación de sede vacante



Incluyo comentario del lector javcus a esta entrada:
Son HEREJÍAS FORMALES estas proposiciones: “hay dos cabezas católicas y líderes supremos de la Iglesia Católica unidos en la más alta unidad entre sí”; O “el jefe de la Iglesia Católica está formado por dos que están divinamente unidos en uno”; O “hay dos pastores y guardianes supremos de la Iglesia, que forman una sola cabeza” (cf Denzinger 1091), y lo de «Papa activo y papa contemplativo» lo roza, si es que no cae de pleno en la herejía.

Extracto de la última audiencia general de Benedicto XVI 27-ll-13:


"Permitidme aquí que vuelva una vez más al 19 de abril de 2005. La gravedad de mi decisión ha consistido también en el hecho que desde aquel momento me encontraba comprometido siempre y para siempre por el Señor. Siempre: quien asume el ministerio petrino no tiene ya ninguna privacidad; pertenece siempre y totalmente a todos, a toda la Iglesia. A su vida se le quita totalmente, por así decirlo, su dimensión privada. He podido experimentar –y lo experimento precisamente ahora– que uno recibe la vida justo cuando la da. Antes he dicho que muchas personas que aman al Señor aman también al Sucesor de San Pedro y le están muy afeccionadas; que el Papa tiene realmente hermanos y hermanas, hijos e hijas en todo el mundo, y que se siente seguro en el abrazo de vuestra comunión, porque no se pertenece ya a sí mismo, sino que pertenece a todos, y todos pertenecen a él. "El «siempre» es también un «para siempre»: no hay ya vuelta a lo privado. Mi decisión de renunciar al ejercicio activo del ministerio no revoca eso. No vuelvo a la vida privada, a una vida de viajes, encuentros, recepciones, conferencias, etcétera. No abandono la cruz, sino que permanezco de manera nueva cerca del Señor crucificado. No ejerzo ya la potestad del cargo para el gobierno de la Iglesia, pero en el servicio de la oración permanezco —valga la expresión— dentro del recinto de San Pedro. San Benito, cuyo nombre llevo como papa, me servirá de gran ejemplo en esto. Él nos  mostró el camino de una vida que, ya sea activa o pasiva, pertenece totalmente a la obra de Dios." 
Declaraciones inequívocas del error de BVI y su renuncia parcial:

****25--6-2016: http://blogs.periodistadigital.com/don-de-lenguas.php
Ganswëin, el secretario personal del Papa Benedicto repite la teoría de un papa “activo” y uno “contemplativo”
“Hoy en día no hay dos papas sino un ministerio expandido, con un miembro activo y uno contemplativo”Esta es la perspectiva que desarrolló el pasado viernes 20 de mayo el arzobispo Georg Gänswein, secretario personal del papa emérito y Prefecto de la Casa Pontificia, en la presentación de un libro en la Universidad Pontificia Gregoriana en Roma. Y como si ya anticipara las dudas y ambigüedades, Gänswein volvió a repetir la tesis en el transcurso de su intervención: “solo hay un papa pero hay dos sucesores de Pedro: no en una relación competitiva sino juntos, en una presencia excepcional”.
“Aunque [Benedicto] abandonó el trono papal, con el paso que dio el 11 de febrero del 2013 no ha abandonado el ministerio”Gänswein prosiguió en la presentación del libro del P. Roberto Regoli Oltre la crisi della Chiesa. Il pontificato di Benedetto XVI (“Más allá de la crisis de la Iglesia: El pontificado de Benedicto XVI”). De hecho, explicó el prelado, que si el papa emérito hubiera abandonado su ministerio papal hubiera sido “algo imposible después de su aceptación irrevocable del oficio en abril del 2005”. Gänswein añadió que la continuidad de Benedicto en el ministerio petrino se evidencia en el hecho de que “no ha renunciado a su nombre” —a diferencia del último papa antes de él en abdicar, Celestino V, quien en 1294 volvió al nombre Pietro da Marrone—, “ni a la sotana blanca”. “Por lo tanto [Benedicto] tampoco se ha aislado en un monasterio sino que se queda en el Vaticano”, dijo Gänswein, “como si solo hubiera dado un paso al lado para hacer espacio para su sucesor y una nueva etapa en la historia del papado”.
En vez de considerar la decisión del papa emérito como algo “revolucionario”, tal y como habría sido la renuncia de Celestino V, el secretario personal de Benedicto sugirió que ésta simplemente ha hecho que el oficio papal sea “más colegial y funcional, o incluso más humano y menos sagrado”. Lejos de ceñirse Benedicto a una regla monástica estricta, “ha establecido un despacho personal con una dimensión colegial y sinodal, casi un ministerio comunal, como si quisiera reiterar una vez más la invitación contenida en [su] lema . . . “cooperatores veritatis”, que significa “cooperadores de la verdad””. La palabra latina munus, observó Gänswein —como en el munus petrinum, el “ministerio petrino”— puede significar una variedad de carismas, tales como “servicio, deber, orientación o don”, cada uno de cuales Benedicto XVI ya encarna de diferente forma siendo el papa emérito. El Papa Ratzinger ha enriquecido el papado con “su oración y compasión colocadas en los Jardines del Vaticano”, pero sobre todo “ha abierto una puerta a una nueva etapa” en la historia de la Iglesia, “después de este punto de inflexión histórica que hace cinco años nadie hubiera podido imaginar”.
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La doble función del oficio petrino
Gänswein no es el primero en articular esta teoría de “un-papa-en-dos”, pero es altamente llamativo que se pueda encontrar en boca de un hombre que, además de ser el secretario personal de Benedicto XVI, tiene un doctorado en derecho canónico y experiencia en la Congregación para la Doctrina de la Fe. Pero ¿cuáles son las implicaciones de esta teoría de un oficio “expandido” de Pedro?
Como el vaticanista italiano Vittorio Messori explicó ya en 2014 —explicando el trabajo del canonista Stefano Violi— todo empezó cuando Benedicto XVI, en el anuncio de su abdicación, diferenció de manera muy clara entre el munus petrinus, el oficio petrino, y el ministerium, el ejercicio de tal oficio. Si el oficio petrino se ejerce tanto agendo et loquendo (“trabajando y enseñando”) como orando et patendo (“rezando y sufriendo”), Benedicto solo habría pretendido renunciar al primero de estos dos aspectos: esto es, al gobierno de la Iglesia. “Si es así verdaderamente”, escribió Messori hace casi dos años exactos —si realmente es el caso que Francisco y Benedicto comparten la doble función del ministerio petrino—
. . . pues mucho mejor para la Iglesia: es un regalo que estén cerca el uno del otro incluso físicamente: uno que dirige y enseña y uno que reza y sufre por todos, pero más que nada para sostener a su hermano en su situación política cotidiana.
¿Demasiado “rezar y sufrir”?
Traigo al recuerdo el artículo de Messori nada más que para poner las últimas observaciones de Gänswein en su correcta perspectiva. Que una figura de tan alto rango en el Vaticano como Gänswein haya repetido la aseveración de que el oficio papal ya consiste en un miembro “activo” y uno “contemplativo” no tiene por qué ser ocasión para el escándalo: para el planteamiento de dudas “altamente sensibles” o “perturbadoras” sobre “nada menos que la teología de la Iglesia”, como ha sugerido una página tradicionalista. En verdad, el hecho de que Gänswein haya vuelto a articular la teoría en público puede ser una prueba de que su teología del papado es compartida, y aprobada, tanto por Francisco como por Benedicto. Y lo significativo de todo esto, para mí —o mejor dicho, lo emotivo— es que difícilmente puede haber demasiado “rezar y sufrir” al que el papa emérito podría dedicarse en servicio a la Iglesia: este sufrimiento que es “el lado interior del amor”, como lo expresó Ratzinger en Dios y el mundo. Esta teología de una “diarquía” papal, en vez de monarquía, puede carecer, de momento, de una expresión definitiva, pero parece ser la perspectiva que se sigue promocionando en el Vaticano. ¿Podemos vivir con la ambigüedad?