Este pontificado tiene los días contados



María Ferraz

De regreso al blog después de tres días de ausencia, me encuentro con que Bergoglio y los suyos han aprovechado estos días sagrados para afrentar a la Virgen.

Un regalo de Navidad amargo, no sólo para mí, sino principalmente para el pequeño Jesús, que no tuvo suficiente con sufrir el frío y las incomodidades que la falta de caridad de los betlemitas le proporcionaron, sino que ahora, el que se encarga de `dirigir´ su Iglesia, y un obispo portugués han cargado contra la Virgen. Y esto es muy peligroso para ellos, ya que si hay algo que hace rebosar la ira de Jesús es que alguien afrente a su Madre. Lo vimos con una noticia algo antigua del cine que se quemó en EEUU por exhibir una película que atacaba la virginidad de María.

Recordemos que Francisco ya dijo que `por las venas de Jesús corre sangre pagana´, o que la `Virgen no es una jefa de correos´ para denigrar las apariciones de Medjugorje, o que María era `una joven normal que pensaba casarse y tener hijos´. 

Pero como si esto no fuera suficiente, en plena época navideña se ha descarado del todo diciendo que: "¡Y ustedes me dirán: por supuesto! ¡Son la Virgen y san José! Sí, pero no pensemos que fue fácil para ellos: no se nace santo, nos convertirnos en santos, y esto vale también para ellos”. 

Bien, ya lo ha dicho: la Virgen no nació santa a pesar de ser la Santa de Dios, la Madre de Dios, la Esposa de Dios, la Hija de Dios, el Templo de la Stma Trinidad, de tener la perfección de los dones del Espíritu Santo, a pesar de que nunca pecó y de que nació sin pecado original. A pesar de ser superior a los ángeles y todos los santos juntos, de ser la Corredentora, de ser Una con Jesús.

Pienso que Bergoglio, aunque no tuviera propósitos deshonestos con respecto a la Iglesia que dirige, debería ser echado inmediatamente por carecer de la base teológica que tienen hasta los niños, y que lo hace no sólo inapropiado sino  
altamente peligroso para manejar las cosas santas, los dones de Dios, la Palabra divina y los Sacramentos.

Otro modernista sin propósito de enmienda, ha declarado:

“Nunca deberíamos referirnos a la virginidad física de la Virgen María”, dijo el 23 de diciembre monseñor Manuel Linda, obispo de Porto (Portugal). Para él, la virginidad significa “solamente esa devoción total a Dios por parte de la mujer”.

Para Linda, la Virgen se convirtió en la madre de Dios porque ella tuvo un “corazón indiviso”.

No es casualidad que se haya atacado la independencia de carisma y económica de las religiosas con documentos como Cor Orans. Si hay algo que odian estos pro sodomitas, o ellos mismos, sodomitas, es la virginidad de María y de todas las consagradas que siguen su ejemplo.


Realmente este pontificado con su séquito de secuaces satánicos tiene sus días contados porque, si Jesús soporta todo, según le confió a la mística María Valtorta, Él no pudo olvidar las afrentas que sufrió su Madre por parte de los fariseos durante su Pasión, y sobre todo mientras pendía de la Cruz.

Y para rematar, Napier, ya protestantizado del todo afirma (en.news):

Responder o no responder a la famosa "dubia" (dudas) sobre Amoris Laetitia no traerá la salvación ni siquiera a un alma - afirmó el cardenal de Durban, Wilfrid Napier, en Twitter (25 de diciembre).

En lugar de eso, escribe Napier, es la fe "en que Jesús es el Señor lo que nos salvará o nos condenará". 

Parece implicar que tal fe permite a los hombres cometer adulterio y otros pecados mortales que serían blasfemos.
Los dubia piden una aclaración sobre el adulterio. 

Según Cristo ésta es una cuestión de salvación o condenación. 
Amoris Laetitia ha sido un incentivo para que muchos cometan pecados mortales.