Una imagen que lo dice todo

María Ferraz


Si se miran los vídeos en los que es protagonista Bergoglio, es fácil captarlo con una expresión de tristeza o a veces con una apariencia extraña, como cuando salió al balcón nada más salir elegido pontífice.
Son imágenes que reflejan su estado interior, pero los mass media de la élite, a los que hay que añadir los medios católicos cobardes o directamente cómplices del enemigo, prefieren publicar sólo fotos sonrientes o al menos neutras de Francisco.




Sí, expresiones extrañas, porque hacer el trabajo del diablo, aparentando ser el Buen Pastor día tras día, debe ser agotador y deprimente, y perseguir llevar a más de mil millones de almas al precipicio, es un cruel autodestructor anímico. A esto le sumamos la trama de tácticas para derribar y denigrar a los defensores de la fe, expulsándolos de su ministerio o llenándolos de improperios además de identificarlos con el mismo demonio.



Su tarea es dura, qué duda cabe, pero posee el apoyo de la mafia de san Gallen y del Consejo de los 9, y del mismo Satanás quien orquesta todo en las sombras, el cual se ha encaramado a la cúpula de la Iglesia a través de hombres vendidos al modernismo y cuya misión es extender su retahíla de herejías, a cual más perniciosa.

Francisco es peor que Judas. Judas vendió a su Maestro una sola vez. Dice la mística María Valtorta que no imaginaba que los fariseos y doctores de la ley le iban a dar muerte, y además se "arrepintió". A pesar de ello Jesús dijo "que más le valdría no haber nacido". 

Bergoglio y los suyos venden día tras día, año tras año, a Jesús sacramentado a los pecadores, para ser profanado, ya que ahora, los divorciados `recasados´ tienen permiso de estos impostores para comulgar sacrílegamente. Y dos de sus más grandes impulsores, Cupich y Scicluna, intencionadamente o no, han dirigido también la cumbre de abusos con la única finalidad de desculpabilizar a la homosexualidad de toda esta abominación. Pues estos hombres, si no temen a Dios y les parece bien pisotear los sacramentos, ¿qué les puede importar las violaciones de jóvenes y niños a manos de clérigos pervertidos, como lo son ellos mismos?

Y si Judas fue cómplice del deicidio, Jesús resucitó. Pero la muerte de almas perpetrada por los bergoglianos tiene consecuencias eternas, mata a Dios en ellas, al sustituir la fe por doctrinas que no salvan y las arrasta al Averno. 

Bergoglio es el enemigo más cruel que ha tenido la Iglesia, porque no define claramente la herejía, salvo en casos contados, sino que su ambigüedad estudiada tiene como fin, que su equipo distribuido en los episcopados del mundo, inocule el veneno mortal en los fieles, que confiados, confusos y sin discernir, siguen los dictados de los `siervos de Dios´y acogiendo el error, que puede condenarles. 

¿Hay alguna esperanza de que Bergoglio se convierta y revierta todo este mal, o al menos en parte? Yo no soy optimista, aunque los milagros de la gracia pueden tocar hasta al pecador más empedernido.