El cardenal de Viena Christoph Schönborn, de 74 años, le dijo a Corriere.it (25 de octubre) que había estado leyendo al profeta Jeremías."Vamos directamente al desastre, convertíos, cambiad vuestras vidas, todavía hay tiempo; pero no le creyeron", resume.
Schönborn no aplica esto a la condenada Iglesia de Francisco sino para favorecer el alarmismo climático.
Fue convencido por "los expertos" -y nombra al alarmista climático alemán Hans Schellnhuber- de 69 años, que incluso actuó en el Sínodo de la Pachamama.
A pesar de no tener competencia en el campo, Schönborn llama a Schellnhuber "un gran climatólogo".
Debido a la "llamada dramática" de Schellnhuber, la palabra "conversión" es el hilo rojo en el documento final del Sínodo, revela Schönborn.
Sin embargo, ésta no es una conversión cristiana sino una conversión "ecológica", "cultural", "social" y "pastoral".
Schönborn revela que se necesita una "conversión pastoral", porque algunos delegados del Sínodo no creían en Schellnhuber.
Esta "conversión pastoral" nos da el "poder del Evangelio", explica Schönborn, de lo contrario "no tendremos la fuerza para cambiar nuestras vidas", a fin de creer en los dogmas infalibles de Schellenhuber, que no es creyente.
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