(...)El obispo Barron dijo que cree que los obispos deben considerar ejercer su autoridad en la esfera digital "así como Juan Pablo II, en Ex Corde Ecclesiae, pidió que los obispos ejerzan una mayor supervisión de las universidades que operan bajo la égida de la Iglesia". (NT: Sin ningún éxito, pero esos mismos obispos que permitieron los disparates modernistas ahora sí estarían dispuestos a censurar la ortodoxia de las webs críticas con Bergoglio)
"Hay, para ser francos, un número desconcertante de estas personas en los medios de comunicación social que están comerciando con discursos odiosos y divisorios, a menudo profundamente en desacuerdo con la teología de la Iglesia (NT: más bien al contrario) y que, lamentablemente, están teniendo un poderoso impacto en el pueblo de Dios", dijo Barron.
"Creo que los pastores de la Iglesia, los encargados de supervisar el oficio de la enseñanza, pueden y deben señalar cuando las personas en los medios sociales están dañando al Cuerpo de Cristo".
El obispo Barron sugirió que podría ser el momento de que los obispos "introduzcan algo como un mandatum para aquellos que afirman enseñar la fe católica en línea, por el cual un obispo afirma que la persona está enseñando dentro de la plena comunión de la Iglesia".
****** ¿Por qué es una mala idea?
Los obispos han fracasado rotundamente bajo la Ex Corde Ecclesiae en producir algo parecido a la enseñanza católica ortodoxa en los colegios y universidades católicas. Señalar esto como un modelo para que los obispos ejerzan la supervisión de la Internet católica es risible.
Los heterodoxos están actualmente en control del Vaticano. El tipo de proyecto que el obispo Barron prevé sería usado para perseguir a los católicos ortodoxos en internet.
Es inviable. Puedo pensar en muy pocos escritores católicos en Internet que prestarían atención a semejante tontería, excepto para ridiculizarla.
Los obispos, para decirlo educadamente, tienen un problema de credibilidad. Su papel en el escándalo de abuso sexual fue vergonzoso. Igual que su indiferencia ante las declaraciones heterodoxas de los sacerdotes bajo su autoridad. El Papa Francisco podía negar la divinidad de Cristo y la reacción de la mayoría de los obispos sería de silencio absoluto, excepto aquellos que afirman que (el disparate) podría ser interpretado de una manera completamente ortodoxa.
Las voces independientes de los católicos en Internet se deben en gran parte a la completa abdicación del liderazgo de la mayoría de los obispos. Esta autoridad que el Obispo Barron desea concederles a través de la Internet católica sería algo más que (los menos malos) ignorarían.
https://www.the-american-catholic.com/author/donald-r-mcclarey/