Algunas de las objeciones que se podrían presentar es que la escultura no se adecúa a la iconografía habitual por la que puede ser reconocida la Virgen, incluso el color gris propio del arte moderno denota mediocridad y frialdad, y el vestido -con pirámide incluida- no se corresponde con una idiosincrasia clásica o reconocible. Bien podría pasar por una india del Amazonas.
María, haciéndose eco de las tesis de Bergoglio, aparece como una más entre las mujeres, sin que nada en esta imagen la haga suponer superior a las demás como Madre del Hijo, hija del Padre y Esposa del Espíritu Santo e Inmaculada.
Y esto responde a las tesis de Bergoglio quien dijo que las letanías del Rosario (que ensalzan a la más sublime criatura dentro de la creación), no deben ser tomadas demasiado en serio, sino sólo como parte de la piedad popular, y que María era sobre todo, la madre y la discípula.
Fco deja de destacar sus atributos únicos ya que el Dogma de Corredentora para él "es una tontería" eliminando de nuestra memoria, si pudiera, todo la mediación redentora que Dios quiso darle como participante de los sufrimientos de Cristo y como bienaventurada intercesora de los pecadores ante Dios.
Y lo más importante, Fco ha llegado a afirmar que María no nació santa sino que se hizo santa, negando implícitamente el Dogma de la Inmaculada Concepción: "Ni María ni José nacieron santos, sino que se hicieron santos"
El obispo de Los Angeles no ha hecho más que seguir los dictados de la neoiglesia.