Francisco ha puesto al Prefecto de la Casa Papal, el Arzobispo Georg Gänswein, en licencia.
¿Lo señala así ante el mundo como culpable de lo sucedido con el libro de Sarah y BXVI lavándose las manos y colocándolo como chivo expiatorio? Recordemos como Fco y Scalfari intentaron aparentar, en una entrevista dispuesta para el caso, que BXVI y Fco estaban en total armonía sobre el celibato, lo cual no es cierto. La idea de que Bergoglio quería anular el celibato se basa en que organizó el Sínodo pachamámico, uno de cuyos objetivos era ése.
Según Die-Tagespost.de (5 de febrero), la medida es por un período indefinido (es decir, para siempre) "para que pueda dedicar más tiempo a Benedicto XVI".
El pretexto para la medida es la saga sobre el libro de Ratzinger/Sarah sobre el celibato, aunque no está claro qué error podría atribuirse a Gänswein desde la perspectiva de Francisco.
MarcoTosatti.it (5 de febrero) describe lo que sucedió entre Francisco y Gänswein es:
"Se alega que Bergoglio le dijo a Gänswein: 'No quiero verte más'. El Prefecto le preguntó: '¿Pero volveré, y cuándo?' A esto el Pontífice no dio ninguna respuesta. Cuando Gänswein le preguntó: "¿Pero puedo ir a la oficina? El Pontífice respondió: "Mejor no, porque Mons. Sapienza está allí de todos modos. Así es como Georg Gänswein se convirtió en un desaparecido..."
en.news/María Ferraz