El arzobispo de Indianápolis, monseñor Charles Thompson, de 58 años, prohibió en su diócesis las confesiones a través de un automóvil.
El padre Dan Bedel introdujo este tipo de confesiones en el estacionamiento de sus dos iglesias. Él se sentaba en su furgoneta mientras los parroquianos se acercaron con el automóvil hasta él, bajando la ventanilla para confesar.
Sin embargo, después de solo 15 confesiones en dos días Bedel tuvo que dejar de confesar el martes, dijo a los medios de comunicación.
El arzobispo consideró que era “demasiado arriesgada” (?) la posibilidad de contaminarse con el coronavirus.
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