Francisco puso su homilía sobre Pedro y Pablo (29 de junio) bajo las dos palabras clave "unidad" y "profecía".
La homilía presentó una clara línea de pensamiento, una loable rareza entre las homilías de los obispos.
Francisco observa que la Iglesia comenzó a rezar cuando Herodes arrestó a Pedro, "Nadie insultó a Herodes - y estamos tan acostumbrados a insultar a los que están a cargo".
De esto concluye que es "inútil" para los cristianos "quejarse". En un giro no justificado por el contexto, salta de Herodes a Pedro, "Había razones para criticar a Pedro, pero nadie lo criticó" diciendo: "Si Pedro hubiera sido más prudente, no estaríamos en esta situación".
La homilía de Francisco se convierte en una disculpa por su pontificado, "No hablaron de Pedro a sus espaldas; hablaron con Dios".
Por lo tanto, Francisco quiere "proteger nuestra unidad" con la oración, "¡Oremos por los que gobiernan!" - dando la impresión de que los fieles deberían básicamente callarse ("rezar") frente a los abusos provenientes de Roma.
Luego, Francisco habla de "profecía" que según él nace "siempre que nos dejamos desafiar por Dios". Esta definición es engañosa: La profecía nace cuando un profeta recibe una palabra de Dios y la proclama.
Fco cae en sus mantras cuando dice que la profecía "no" acontece cuando nos preocupamos por "mantener todo tranquilo y bajo control" sino "cuando el Evangelio anula las certezas" (¿la verdad?), cuando "alguien está abierto a las sorpresas de Dios" (¿que contradicen gravemente la Doctrina, como Amoris L?).
Francisco está confundido: El Evangelio, lo que anula, son las incertidumbres para colocarnos en Cristo que es la Verdad y la Vida Eterna.
Si Francisco cree en su homilía, ¿por qué es un fanático del control, expulsando a todos los que desafían sus "certezas"?
¿En serio, Francisco?: "Rezad por la unidad de la Iglesia" - Nadie ha hecho más en contra de su unidad en los últimos 7 años que el mismo Bergoglio.
en.news/María F