Sigue la meta de la ordenación femenina


María Ferraz

Como publicamos en la entrada anterior, el obispo bergogliano de Marruecos, ofrecía su sotana roja y zucchetto a una mujer, ahora, otro modernista, esta vez francés, sigue en la confabulación en pro de la ordenación sacerdotal femenina, con declaraciones vergonzosas en apoyo del objetivo inicial del Sínodo Amazónico, que quedó aparentemente trastocado, pero sólo en la superficie, por la intervención de BXVI y Sarah con su libro a favor del celibato.

Publica en.news:

Llegar a ser obispo, "ya seas un hombre o una mujer", es tener la capacidad de "decidir y dirigir", escribió el arzobispo de Poitiers, Pascal Wintzer, Francia, en La-Croix.com (25 de junio) en el contexto de la candidatura simulada de Anne Soupa para ser arzobispo de Lyon.

Alguien tiene que decirle a Wintzer que las mujeres no pueden ser obispos.
Al mismo tiempo, afirma lo contrario, que el poder no es la naturaleza profunda del episcopado, porque los obispos "no son en primer lugar líderes".


Pide una "relectura" del ministerio de los obispos y un debate sobre las opciones y decisiones que deben ser enfrentadas de manera seria "así como el tema planteado por Anne Soupa es serio".

Existe el peligro de que no se tome en serio a Wintzer si sigue hablando así.