Cura absuelve los pecados escritos, `quemándolos´


La iglesia modernista no nos da más que disgustos y, sobre todo, ofende a Dios gravemente.

El padre Johannes Pichler, de Santa Teresa en Klagenfurt (Austria), ha impartido un simulacro de confesión, un modo de profanar el significado del sacramento.

Pichler ha invitado a los niños de Primera Comunión y a sus padres a una "propuesta de confesión" casera. Los presentes escribieron sus "cosas malas" y metieron sus textos en sobres que fueron quemados en un cuenco mientras el padre Pichler pronunció las palabras de absolución.

La página web de la diócesis de Klagenfurt describió el rito del fuego del 22 de abril como una "confesión", afirmando que los niños, al igual que sus padres, participaron en él con entusiasmo. 

Sin embargo, los católicos de Francisco expresan -en no pocas ocasiones- su gran preocupación por la contaminación del aire y las emisiones de CO2.

De este acto -que quiere ser original y buenista- se deriva no sólo la profanación de la Confesión, sino de la Eucaristía ya que los padres que estén en pecado mortal comulgarán sacrílegamente al ser inválida dicha absolución.

Que nadie espere que su obispo le llame al orden


en.news/María F