Müller: la bendición homosexual es una blasfemia teológica



La fallida puesta en escena de las “pseudo bendiciones” homosexuales en Alemania es una blasfemia teológica que contradice cínicamente la santidad de Dios, escribe el 24 de mayo el cardenal Gerhard Müller en el sitio web FirstThings.com.


La bendición nupcial no puede separarse del matrimonio y aplicarse a los concubinatos “o, lo que es peor, usarse indebidamente para justificar uniones pecaminosas”, explica.

Para Müller, es totalmente inverosímil que los obispos insistan en la “urgencia pastoral” de las “bendiciones" homosexuales en áreas donde durante muchos meses se suspendieron los sacramentos durante los excesos del Covid.

Müller califica las “bendiciones” homosexuales como una “negación herética” de la fe católica en el sacramento del matrimonio, y de la verdad sobre la diferencia entre hombres y mujeres, por lo cual “cuestionan la autoridad de la revelación de Dios”.

Según Müller, oponer una “experiencia vivida” a la Revelación es una falsa dicotomía que da lugar a una nueva paganización que con “insistencia impertinente” se autodenomina “católica”.

Pertenece a la parte cómica del artículo de Müller el hecho de que pida al “Vaticano” [= Francisco] una “declaración clara” con “consecuencias prácticas” -aunque Francisco protege a los “bendecidos” homosexuales y está de su parte.

Pero Müller no se amilana: “Roma no debe observar en silencio, esperando que las cosas no salgan demasiado mal, o que los alemanes puedan ser apaciguados con sutilezas tácticas y pequeñas concesiones”.

Nada saldrá de las “bendiciones” homosexuales, ya que la Iglesia alemana está muerta y se mantiene artificialmente viva con el dinero de los impuestos eclesiásticos.


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