Desgracia: Caram, la monja hereje-armalíos, nueva priora


(Imagen) la campaña de la Caram: su logo es claro: una espiral con los colores de la homosexualidad envuelve un pacto entre un niño y un varón adulto, o lo que es lo mismo, una invitación poco disimulada a la pederastia. 

Alguien ha movido los hilos para que algo tan impensable, ocurra: que una monja abortista, feminista, independentista y futbolera, entre otros maravillosos atributos verque afirmó que José y María tuvieron relaciones íntimas* propagandista de la invasión musulmana a Europa, sea ahora la nueva priora del convento Sta. Clara de Manresa, (Cataluña). Bergoglio le mandó un vídeo para felicitarla y apoyarla en su labor.

En su día, Francisco le pidió a Sor Lucía Caram que "siguiera armando lío" y parece que se lo ha tomado muy en serio. Hace unos meses Caram dijo que el papa acogió como "una muy buena noticia" el proyecto de convertir una parte de su convento en una Casa de la Infancia y le comentó: "Ojalá muchos conventos hicieran lo mismo". 

En 2012 la religiosa dominica opinó sobre el sexo y la Iglesia en el programa de Risto Mejide; sor Lucía fue clara: "Yo creo que María estaba enamorada de José y que era una pareja normal, y lo normal es tener sexo. Cuesta de creer y de digerir. Nos hemos quedado en normas que nos hemos inventado sin llegar al auténtico mensaje".  La monja armalíos, por lo que se ve, sigue fielmente la línea antirrigorista de Bergoglio. Sin embargo, una compañera de la orden le recordó que su carisma es el silencio y la clausura.

Este 25 de junio ha habido otro encuentro entre la pseudomonja y el pseudopapa. La susodicha afirmó: "comentando algunos problemas le dije“Qué difícil ser Papa”. Él con una sonrisa y queriendo quitar hierro al asunto me dijo: “Yo me lo paso bomba”.

Sigue Caram: No fue un encuentro más. Fue una confirmación en la vocación (¿contemplativa, tal vez?) y en el servicio. Fue la mano amiga, el gesto acogedor y la palabra oportuna la que me dijo: “Seguí haciendo lío, seguí trabajando por las personas, seguí cuidando de las monjas…” (Y de su vida espiritual como `contemplativa´, ¿nada?)


María  Ferraz