Hemos llegado a la hora fatídica anunciada por los profetas



Revelaciones desde la COLINA DEL BUEN PASTOR

Carbonia 26 de junio de 2021 primera locución.


En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Hijos míos, mis queridos hijos, soy vuestra Santísima Madre, soy la Virgen Esposa del Espíritu Santo, soy la Madre de Jesús y vuestra Madre.

Hoy vengo a dar consuelo a vuestros corazones, vengo a deciros todo el amor del Cielo por vosotros, vengo a vosotros que seguís esta misión con todo vuestro amor, con toda vuestra fidelidad, ...¡tendréis grandes cosas, hijos míos!
Pronto el Cielo os llevará con Él y os colocará donde todo es paz y amor, donde la alegría es eterna, donde Jesús vivirá siempre con vosotros, a vuestro lado, os deleitará con su Belleza, con su Amor, y os dará de sí mismo, tendréis una eternidad gozosa, tendréis a vuestro Dios Creador con vosotros.

Amaos, hijos míos, amaos, llevad a cabo esta llamada, Dios os recompensará por todo lo que haréis por Él.

No creáis en las falsedades de los hombres, sino creed sólo en la palabra de Jesucristo, ...apartaos completamente de la mentira.

No tengáis miedo de nada hijos míos, ahora habéis llegado a lo alto, ya estáis en una nueva dimensión. Dios ha elegido para vosotros, ahora, el camino más grande, el que seguiréis con los dones del Espíritu Santo, para completar esta misión de salvación junto a mí, yo, María Santísima, vendré a tomaros de la mano para llevaros al desafío final contra Satanás.

Hemos llegado a la hora fatídica que siempre ha sido anunciada por los profetas del pasado, de hoy, y por vuestra tierna Madre que, cada día, exhorta continuamente a su pueblo a volver a Jesús, porque los tiempos son desesperados, ...los que no estén con Jesús tendrán que sufrir mucho.

Vamos, la batalla está abierta, todo está en marcha, pronto se desatará el infierno en la Tierra. No os rindáis, seguid adelante, Jesús espera grandes cosas de vosotros, grandes respuestas, Su Corazón es grande hijos míos, todos podréis habitar en Él si le sois fieles. Amén 

Adelante, pongo mis manos sobre las vuestras, y con vosotros, de rodillas, con el corazón postrado ante mi Hijo Jesús, pedimos Su retorno anticipado, Su intervención "ahora" antes de que el cielo se oscurezca más.
¡Vamos, hay muchas almas que salvar, hijos míos!

Con vuestro testimonio seréis grandes en esta Obra del Cielo, en la misión que Dios ha puesto en vuestras manos, porque iréis por todo el mundo a evangelizar, anunciar la Palabra de Dios y recuperar muchos hijos para Dios. ¡Adelante! Recemos.

Alabado sea Jesucristo. Que siempre sea alabado.
Alabados sean los Sagrados Corazones de Jesús, María y José. Ahora y siempre. Amén