Carbonia 7 de agosto de 2019
¡Estamos ante el cumplimiento del secreto de Fátima!
En esta colina pronto brillará una gran luz, ¡el Señor Jesucristo vendrá a poner su mano!
Cuidado hijos Míos, la lucha está en marcha, no os perdáis en las cosas de este mundo sino acoged a Jesús en vuestro corazón y acompañadle en esta misión que se os ha dado para el cumplimiento del plan de salvación en la Tierra.
Hijos míos, el Universo está esperando a los hijos de Dios, los Ángeles, Arcángeles y Santos de Dios están bendiciendo este lugar y están esperando ansiosamente encontrarse de nuevo con sus hermanos, los que se fueron de la Tierra, y los que dejaron el Cielo para llegar a la Tierra.
Hijos Míos, el tiempo ha terminado, os lo repito, estoy aquí entre vosotros aunque no Me veáis todavía, os estrecho a Mi Corazón Inmaculado y os ruego que no os volváis atrás, el plan de Dios está en su cumplimiento, no tendréis tiempo de comprender lo que sucederá a vuestro alrededor.
Los cielos se abrirán de repente, el grito del Padre se escuchará no sólo en la Tierra sino en todo el Universo, ... ¡y será el grito de salvación! ... El grito de victoria de Dios, pues vendrá a aniquilar lo que no le pertenece.
Preparaos espiritualmente, rezad sin cesar, comulgad espiritualmente a menudo, hijos Míos.
Hijos Míos, os he llamado a Mí en este momento.
Desde varios lugares de este planeta os he gritado la verdad, pero nada ha cambiado; no queréis escuchar la voz de Dios, muchos os burláis de Mí, y seguís caminando por los asuntos de esta Tierra sin reflexionar sobre lo que puede ocurrir de repente en vuestras vidas: ... Si no os arrepentís a tiempo, hijos Míos, perderéis la vida.
El Cielo está en camino, su Ejército está listo, se desplegará en campo abierto, a los ojos de todos.
¡Adelante! El universo entero proclamará la victoria de Dios y cantará la gloria al Rey de reyes.
Preparaos espiritualmente para ser reconocidos como hijos de Dios, escuchad atentamente Su Palabra,
seguid Sus mandamientos y esperad Su llamada, ... Dios os llamará por vuestro nombre.
Os bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Hijos míos, estoy a vuestro lado y os conduzco en este santo Rosario, poniendo Mis manos sobre las vuestras para que todo se cumpla de forma correcta.
¡Alabado sea Jesucristo! ¡Que siempre sea alabado!