El cardenal Brandmüller anima a no obedecer la Traditionis Custodes
Las leyes necesitan una recepción afirmativa o un cumplimiento aprobatorio para alcanzar su validación y efecto duradero, escribe el cardenal Walter Brandmüller, de 92 años, en una declaración del 28 de julio sobre la Traditionis Custodes.
Así, algunas leyes quedan abolidas por su inobservancia o quedan obsoletas con el paso del tiempo: "La ley tiene que servir al bien de la comunidad, y no al revés, la comunidad a la ley".
Como ejemplo, Brandmüller menciona la Veterum sapientia de Juan XXIII de febrero de 1962, que decretaba que la teología universitaria debía enseñarse en latín: "La Veterum sapientia, una vez impresa, se olvidó pronto".
Brandmüller se refiere al derecho común, según el cual las objeciones justificadas a una ley eclesiástica universal tienen un efecto suspensivo: "Esto significa que la ley no debe ser obedecida mientras la objeción no haya sido disipada."
Dice que "si existe una duda sobre la obligatoriedad de una ley, ésta no es obligatoria". Dicha duda puede basarse en la formulación defectuosa de un texto legal.
Brandmüller subraya que su argumento sólo se aplica a las leyes eclesiásticas como la Traditionis Custodes, no al derecho natural o divino.
en.news