En la primera entrega de una entrevista de 18 partes realizada por el veterano periodista del Vaticano Robert Moynihan, el arzobispo Carlo Maria Viganò afirmó que los pueblos del mundo se enfrentan a una "guerra" por la agresión de los funcionarios públicos, con el apoyo incluso de algunas autoridades de la Iglesia, que pretenden violar sus derechos con mandatos de vacci*nes genéticas y pasaportes adjuntos.
"Nos enfrentamos a un asedio tanto en el frente social como en el religioso", afirmó el ex nuncio apostólico en Estados Unidos. "La llamada pandemia de emergencia ha sido utilizada como falso pretexto para imponer la vacunación y el Pase Verde en muchas naciones del mundo, de forma simultánea y coordinada".
"Al mismo tiempo, en el otro frente, las autoridades eclesiásticas no sólo no condenan en lo más mínimo el abuso de poder de quienes gobiernan los asuntos públicos, sino que los apoyan en este perverso plan, y llegan a condenar a quienes no aceptan ser sometidos a la inoculación con un suero genético experimental, de efectos secundarios desconocidos, que no imparte ninguna inmunidad contra el virus", dijo el arzobispo.
Al criticar a las autoridades eclesiásticas en este punto, continuó subrayando que, debido a que estas vaccu*nas experimentales basadas en genes están contaminadas por el aborto, tanto en su producción como en sus pruebas, todo católico tiene motivos morales "más que suficientes" para rechazarlas."
"Estamos en guerra", dijo, "una guerra que no se declara abiertamente, que no se libra con armas convencionales, pero una guerra de todos modos en la que hay agresores y agresiones, verdugos y víctimas, tribunales canguro y prisioneros. Una guerra en la que la violencia se manifiesta bajo formas aparentemente legales para violar los derechos de los ciudadanos y de los creyentes.
"Es una guerra de época que es el preludio del fin de los tiempos, y de la gran apostasía de la que hablan las segundas escrituras", concluyó el arzobispo.