15. ¿Las promesas de la Ilustración, principalmente la libertad, la fraternidad y la igualdad, eran auténticas o eran engaños para corromper y subvertir las monarquías, la aristocracia y la Iglesia?
Viganò: Como todo lo que no viene de Dios, el pensamiento ilustrado es mendaz y falso, pues promete un paraíso terrenal inalcanzable, una utopía humana basada en un inmanentismo que contradice la realidad objetiva de un Dios personal y trascendente.
Los principios de la Ilustración son quimeras, falsificaciones grotescas: la libertad masónica es una licencia, la hermandad es un vínculo entre conspiradores contra Dios, la igualdad es un miserable aplanamiento de la individualidad y un desprecio por el orden social y religioso.
También es significativo que los que propagan la igualdad consideren la pertenencia a la logia masónica como una condición de privilegio que les sitúa en una posición de superioridad moral sobre la masa de miembros no iniciados.