Traditionis custodes deja desamparadas a 150 familias



Los fieles piden ser escuchados por el cardenal Francisco Robles Ortega

Más de 150 familias quedan en el desamparo

Ante el decreto emitido por el Cardenal Francisco Robles Ortega en el que suprime la cuasi parroquia de San Pedro en Cadenas en Guadalajara, México, los feligreses que alguna vez formaron parte de ella piden ser escuchados y que se revierta el mandato.

Sin diálogo previo por parte de la Arquidiócesis con la Fraternidad Sacerdotal de San Pedro (FSSP) ni con los feligreses, la cuasi parroquia que tenía como sede la Iglesia de Nuestra Señora del Pilar en el Centro Histórico de Guadalajara fue erradicada, dejando a los feligreses sin una serie de derechos canónicos y por ende a más de 150 familias en desamparo que formaban parte de ella.

El mandato fue emitido con la justificación de hacer efectivo el motu proprio Traditionis Custodes(Guardianes de la Tradición) emitido por el Papa Francisco en julio de este año, donde señala una lista de medidas a implementar en relación a las celebraciones eucarísticas bajo el Misal Romano de 1962, y dejando a los obispos diocesanos la competencia exclusiva de autorizar, en sus diócesis, el uso de dicho Misal.




Cabe señalar que en ninguna parte del documento pontificio se sugiere o se ordena la supresión de las parroquias o cuasi parroquias ya erigidas bajo el anterior motu proprio Summorum Pontificum emitido por el Papa Benedicto XVI o antes. Para los ex feligreses, que recibieron la noticia con gran sorpresa, esta medida hace presagiar una eventual extinción de la celebración de la Misa según el Misal de San Juan XXIII en la Arquidiócesis de Guadalajara sobre todo porque, a pesar de que el Cardenal Robles Ortega anunció en rueda de prensa el pasado mes de julio que dialogaría primero con la FSSP, no hubo conversaciones sobre el tema antes de la declaración.

El edicto destruye el trabajo de más de una década de una comunidad devota y vibrante y deja a los fieles con la incertidumbre de quién será el responsable a largo plazo de las celebraciones de la Misa Tradicional, ya que no ratifica a los sacerdotes de la FSSP en su responsabilidad pastoral con los fieles con los que han trabajado desde 2009.

Esto es lamentable ya que los sacerdotes de esta sociedad de vida apostólica son expertos en estas celebraciones y su carisma y razón de ser es atender a los feligreses que desean asistir a la llamada Misa Tridentina.

Aunque las celebraciones eucarísticas continuarán, se limitarán a las ya existentes sin poder celebrar misas de bodas, funerales o primeras comuniones sin pedir permiso. Mientras tanto, los documentos no especifican a quién hay que pedir ahora esos permisos. Además, sólo podrán celebrarse en la Iglesia de Nuestra Señora del Pilar, en San Javier de las Colinas y en la capilla de la Casa Cristo Rey, donde se encuentran los sacerdotes de la FSSP en Guadalajara.

Los feligreses temen quedarse sin el antiguo rito que utilizó la Iglesia católica durante más de 1.500 años y que fue cambiado por el llamado Novus Ordo tras el Concilio Vaticano II. La preocupación se debe a que en todo el mundo algunos obispos han erradicado por completo estas celebraciones, como en la Diócesis de Alajuela, Costa Rica, donde cancelaron repentinamente la única misa en latín del país y suspendieron al sacerdote diocesano que la celebraba por decidir, en respuesta, celebrar el Novus Ordo en latín. A pesar de estas medidas, que los feligreses señalan como crueles e injustas, han reafirmado su inquebrantable fidelidad y servicio a la Iglesia Católica y al sucesor de San Pedro, esperando ser escuchados por el Cardenal Francisco Robles Ortega.

FRUTOS

En los poco más de doce años que la FSSP lleva en Guadalajara, muchas personas han vuelto a la Iglesia católica y a la práctica de su fe gracias a su labor apostólica. En este tiempo, la comunidad ha dado a la Iglesia cuatro sacerdotes, una religiosa, conversiones y bautizos de adultos no cristianos que siguen un auténtico crecimiento espiritual. Los feligreses participan en diversos grupos, catequesis y trabajos apostólicos como dar de comer a los pobres en los hospitales, trabajar en un orfanato, evangelizar en la calle, realizar misiones puerta a puerta y atender a los enfermos y moribundos en los hospitales por la noche y cuando la gente acude a ellos porque no se encuentran sus propios sacerdotes.


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