2.000 científicos y sanitarios contra la dictadura —Francia

La situación que se está produciendo como consecuencia de las medidas tomadas ante la pandemia del SARS-COV2 comienzan a generar movilizaciones masivas en distintos países alrededor de todo el mundo. Y también la movilización de sectores del ámbito de la ciencia y sanitarios que consideran que se está generando una situación alarmante debido a cómo se han comportado los políticos, los medios de comunicación y parte de los científicos que han generado confusión en la población, odio entre ciudadanía y falsas creencias ante la aparición de las nuevas vacunas. 


En Francia son más de 2.000 personas, científicos y sanitarios principalmente, que han decidido organizar una plataforma para plantar cara ante lo que consideran una especie de «nueva religión». 

El escrito puede leerse aquí y en él comienzan señalando que la convocatoria de vacunación para los niños en Francia, por parte del Gobierno, que comenzó el pasado 6 de diciembre, «fue escrita con anticipación». Indican que la EMA había autorizado el 25 de noviembre el uso de las vacunas experimentales en niños de 5 a 11 años, siguiendo a la FDA americana. En Francia la HAS (Haute Autorité de Santé) el 30 de noviembre recomendó vacunar únicamente a los niños vulnerables, «a todos aquellos que presenten riesgo de desarrollar una forma grave de la enfermedad y de morir y aquellos que vivan en el entorno de personas inmunodeprimidas o vulnerables no protegidas por la vacunación». Señalan además al informe del Institut Pasteur, donde se demuestra que los niños son mucho menos infecciosos que sus padres y profesores. 

Denuncian que «lo principal es continuar la gran marcha hacia la vacunación integral (y repetida al menos cada seis meses) de toda la humanidad». Y consideran que esta es «la nueva religión que se está extendiendo por el mundo y que permite a los grandes maestros monetarios Pfizer y Moderna obtener 1.000 dólares de beneficios por segundo (...)» gracias a los gobiernos occidentales y agencias internacionales «comenzando por una Comisión Europea dirigida por Ursula Von Der Leyen que orquesta la gran operación de vacunas mientras tiene un hijo que trabaja para Mckinsey y un marido que dirige una empresa de biotecnología centrada en terapias génicas». 

Propaganda 

En el escrito presentado se hace referencia a la propaganda masiva facilitada por los periodistas afines a estos gobiernos, partiendo de la base de la teoría de Edward Bernays sobre las técnicas de publicidad y propaganda que considera que «la masa es incapaz de juzgar correctamente los asuntos públicos y los individuos que la componen son incapaces de ejercer el papel de ciudadanos potenciales que una democracia requiere de cada uno de ellos. En definitiva, que lo público básicamente constituye para la gobernanza de la sociedad un obstáculo que hay que sortear y una amenaza a evitar». 

Apuntan a que la base fundamental de esta propaganda está siendo el miedo, que permite situar a los sujetos en un estado de sugestión. «Cada nueva variante permite relanzar la idea de las sucesivas oleadas que supuestamente nos abruman, y justifica nuevos pasos en el objetivo de la vacunación general, mientras desvía la atención de las causas reales de la mortalidad provocada por estos virus. Causas que son principalmente, por un lado la creciente proporción de personas con enfermedades ambientales crónicas (obesidad, diabetes, insuficiencia cardiaca o respiratoria) y por otro lado la tercermundización de la Sanidad pública». 

El siguiente elemento para sostener la propaganda, explican, es el de las «batas blancas». Consiste en «apelar a personas que tienen, en virtud de su título, rango o mandato, una autoridad social que pueda beneficiarse de una credibilidad ajena a sus palabras y provocar en su audiencia la adhesión a sus ideas, argumentos o acciones». De esta manera es como podemos ver en los medios «la aparición de especialistas-profesionales capaces de intervenir sobre temas de los que en ocasiones no tienen suficiente conocimiento pero sobre los que logran expresarse en un lenguaje convincente. Su discurso es percibido por la mayoría de los no especialistas como una opinión digna de pericia porque se ha tenido cuidado al presentarlos, por ejemplo con un rótulo en televisión, destacando sus títulos como médico, profesor, así como su área de especialización». «Por supuesto, para que esto funcione, se debe ocultar cuidadosamente el vínculo frecuente con las industrias farmacéuticas». 

En Francia, explican, se hace uso también de la «elección amañada»: que consiste en ofrecer una opción a un público, como si fuera él quien decide y elige la mejor opción, sabiendo de antemano cuál será el resultado de esa consulta. Así, el propagandista antepone a la audiencia la alternativa entre una opción inaceptable que necesariamente será rechazada y una opción que aparecerá como indeseada pero inevitable ante la magnitud de la amenaza». Tal y como explica Etienne Augé. ¿Vacunados o confinados? ¿Vacunados o con mascarilla? ¿Vacunados curados o muertos? 

Y, por último, la rana en agua hirviendo: la fábula que nos cuenta que si intentas meter una rana en agua hirviendo, ésta saltará inmediatamente. Pero si la introduces en agua fría y vas subiendo poco a poco la temperatura, terminará por dormirse y morir sin darse cuenta. El escrito alerta de que «los gobiernos utilizan y abusan de esta técnica de coerción al dedicar su tiempo a prometer que una obligación nunca se llevará a cabo, o que un grupo de la población no se verá afectado para no alarmar a la población. E irá haciendo las cosas poco a poco». Recuerdan que en un inicio la vacunación se reservó inicialmente para los ancianos y profesionales sanitarios. Después se extendió gradualmente para los adultos, a los adolescentes y a los niños, primer a los vulnerables y posteriormente a todos. 

La realidad y la propaganda 

La realidad, según detallan, «se burla de las manipulaciones». Y apuntan a cinco observaciones por las cuales sustentan esta afirmación. 

La primera es que, según señalan, «la llamada pandemia del siglo nunca ha amenazado a personas menores de 60 años. Si hay una categoría de personas que estadísticamente no arriesgan nada son los niños. Las estadísticas de mortalidad establecidas por el INSEE incluso muestran que las personas menores de 25 años experimentaron una mortalidad más baja en 2020 y en 2021 en comparación con 2019″. «Respecto a los que tenían entre 25 y 49 prácticamente no tuvieron diferencia». Y según los datos que presentan acompañando al escrito, tampoco se observa ningún exceso de mortalidad entre los 50 y 64. 

covid 19 estadisticas

La segunda observación que hacen es que «no se justifica anunciar sistemáticamente lo peor». La realidad es, ante todo, que es engañoso presentar una «curva de casos positivos» (que depende de muchos factores, empezando por los test) como una curva de «numero de pacientes». La gran mayoría de las personas con este virus siempre ha tenido pocos o ningún síntoma.» Consideran, en comparación con los datos de otras infecciones estacionales, que «la especificidad de la epidemia de Covid probablemente no radique en su peligrosidad intrínseca, sino más bien en la respuesta terapéutica, o más bien en la ausencia de una respuesta terapéutica, a la que se opusieron los médicos por instrucciones del gobierno que primero favorecían las medidas no farmacéuticas -confinamientos, toques de queda- y después la «solución vacunal». 

covid estadisticas

La tercera observación es que la vacunación se dirige hacia una cobertura del 100% de la población general sin que cambie la dinámica de las sucesivas epidemias provocadas por las variantes. Fue el caso de la variante Delta el verano pasado y es el nuevo caso de omicron. «La conclusión es fatal: el rescate por vacunación general es un mito. Como todas las religiones, se basa únicamente en la fe de los creyentes. La realidad, visible desde hace varios meses, es que la vacunación no detiene la propagación de la epidemia. Y por una buena razón: está bien establecido que la vacunación no previene la contaminación o transmisión del virus». 

La cuarta observación que hacen es que, «como todas las ideologías religiosas o seculares, la vacunación completa es una estructura psicorrígida ciega a cualquier efecto perverso y sorda a cualquier cuestionamiento«. Y señalan que en este caso «es tabú hablar de efectos adversos graves ligados a la vacunación de los jóvenes. Pero la realidad está ahí, y no se puede esconder indefinidamente bajo la alfombra». (Recuerdan una serie de estudios que confirman los problemas diversos graves: 123, 4 y 5) «La relación beneficio/riesgo es claramente desfavorable para la vacunación de los jóvenes. Por este motivo varios países escandinavos ya han renunciado a inyectar vacunas de ARNm a los jóvenes, a los que se ha sumado Japón». Recuerdan que el Comité Consultivo Nacional de Ética francés afirmó el 27 de abril de 2021 que la vacunación a menores de 12 años «no parece ética y científicamente aceptable». 

Finalmente, apuntan, la quinta y última observación es que «esta ideología industrial y científica de vacunación integral funciona como religiones en tiempos de crisis de tiempos pasados». «Tiene sumos sacerdotes y sus devotos, que acaparan más que nunca la palabra en las televisiones. Tiene su inquisición mediática que excomulga a los pensadores desviados y sueña con poder quemarlos como lo hacían con las brujas. Y produce masivamente chivos expiatorios (los no vacunados) que son tratados como en el pasado los enfermos de peste o los leprosos, más recientemente las víctimas del sida que J.M. Le Pen quería encerrar en «sanatorios». 

Denuncian los firmantes que «esta situación es tanto o más absurda en cuanto que todo el que está vacunado es un futuro no vacunado que se ignora, ya que todo se pondrá en tela de juicio para quienes no tomen su tercer dosis, después la cuarta, quinta, sexta... etc. 

El pasaporte covid, señalan «bien puede estar basado en una mentira descarada (repitamos que la vacunación no bloquea la infección ni la transmisión), su lógica discriminatoria se ha desplegado dramáticamente durante varios meses. Y como si la pérdida de puestos de trabajo, la falta de acceso a restaurantes, lugares culturales, etc., no fuera suficiente, los gobiernos europeos compiten ahora en su imaginación contra la especie de nuevo enemigo número uno que son «los no vacunados». Como en Austria, ya no basta con excluir, ahora quieren multar, castigar y encerrar.» 

Concluyen señalando que «esta morbosa lógica discriminatoria, que viola derechos humanos que se creían inalienables, enfrenta a los ciudadanos entre sí. Y sin duda, algún día los historiadores lo describirán como una especie de locura colectiva orquestada por personas que han perdido todo sentido de los valores democráticos y los derechos humanos. No debemos resignarnos a ello y callarnos ante semejante desastre intelectual y moral». 


Más de 2.000 científicos y personal sanitario firman contra el nuevo fanatismo de las «vacunas» en Francia