Carbonia 26 de marzo de 2017
¡EL BARCO DE PEDRO SE HUNDE! Rezad, rezad, rezad, hijos míos, para que mi venida entre vosotros como Corredentora en la obra de salvación sea ahora, antes de la manifestación del Anticristo.
Rendíos a vuestro Dios amoroso. ¡Vendré a salvar a la Iglesia de mi Jesús!
¡Alabado sea Jesucristo!
Amada hija, soy la Madre de Jesús y soy la que ahora te dictará su mensaje para el mundo, para que el mundo crea en Aquel que es su Dios-Amor. ¡Dios el salvador! ¡El Dios creador!
Prestadme atención, hijos míos, porque ha llegado la hora de mi venida entre vosotros. Vendré como la Madre de la Salvación, llevaré conmigo a mis hijos elegidos y con ellos iré a aplastar la cabeza de la antigua serpiente.
Encended vuestros corazones con Amor y entregaos sólo a Él. Rezad por su pronto regreso a la Tierra, para que este mundo no sea completamente destruido. Satanás está furioso, avanza a grandes pasos porque ve su fin.
Cuidado, hijos míos, en este momento en el mundo hay una catástrofe de desesperación para muchos, porque en ellos viene el miedo del conocimiento de la verdad.
Abandonaos a vuestro Dios-Amor, oh hombres, no busquéis otras cosas que a Él, vuestro Único Bien en absoluto: Jesús. Invocadle con amor, decidle que queréis volver a Él, que necesitáis su ayuda, pues Satanás os ha quitado la esperanza.
Amados hijos, Jesús está esperando que todos vosotros os arrepintáis para volver a Él; está esperando abrazar a todos sus hijos para colocarlos a su derecha y disfrutar de Su infinita Belleza, en su Eterno Amor.
¡Dejad el mundo, almas mías! Oh vosotros, almas elegidas, esperad a ver a Aquel que ahora os llamará a Sí mismo para dictar su última voluntad.
Estad orgullosos de su amor, oh hombres. Gritad a vuestro Salvador, a Aquel que vuelve por vuestra liberación, todo vuestro sincero sí, para que volváis a gozar de su estima.
Tomad las Sagradas Escrituras en vuestras manos y leedlas con atención.
Caminad según el Santo Evangelio de Jesús y no tendréis nada que temer. No seáis esclavos del miedo; pedid ayuda a Jesús, para que os tome de la mano y os dé su ayuda.
Buscad la perfección, oh hombres, renunciad a las blasfemias de este mundo corrupto y finito. Moved vuestros corazones hacia el Altísimo y rezad para que el Plan de Dios se cumpla en estas horas que aún quedan para vuestra conversión.
¡Gracias a Aquel que es la Gracia!
Esforzaos por la santidad, oh hombres, orad y ayunad, confesad vuestros pecados con un corazón contrito y humillaos ante Aquel que os ha creado, postraos ante el Único y Verdadero Dios, pidiéndole la gracia de la salvación.
La llegada del ENVIADO os permitirá comprender mejor y os ayudará a superar muchos obstáculos.
¡¡¡EL BARCO DE Pedro SE HUNDE!!!
Rezad, rezad, rezad, hijos míos, para que mi venida entre vosotros como corredentora en la obra de la salvación sea ya,
¡antes de la manifestación del Anticristo!
Vendré a salvar a la Iglesia de mi Jesús, lucharé con toda mi Gracia y saldré victoriosa contra Satanás. Abrazaré a Mi Ejército terrenal en Mi pecho y con él triunfaré, ... ¡Mi Corazón Inmaculado triunfará!
Hijos benditos, oh vosotros que me escucháis y seguís con amor la llamada del Cielo, ¡he aquí que Yo, la Mujer Vestida de Sol, apareceré y venceré el mal, y todo será según la voluntad de Dios Padre!
Hijos míos, amigos de mi Hijo Jesús, preparad vuestras almas, porque ha llegado la hora de vuestra liberación.
Permaneced a mi lado para ser victoriosos en mí, fieles a mi Hijo Jesús.
La transición es inminente.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
¡María Corredentora de la Salvación!