CARBONIA 24 de febrero de 2022
¡El tiempo de los grandes dolores se enfrenta terriblemente a esta Humanidad incrédula!
Vendré con la corona de Rey de Reyes en mi cabeza.
Esperadme con un amor sincero y un deseo ardiente por Mí. Yo soy vuestro Dios-Amor, vuestro Salvador; no permitiré que Satanás os robe de Mí.
Mis amados, es vuestro Dios Creador quien todavía os habla y os invita a seguirle.
La locura de Lucifer es grande, su venganza es feroz, pero nada puede enfrentarse a Aquel que es. Armaos de Mí, oh hombres, ayunad de las cosas del mundo, rezad el Santo Rosario con María Santísima, y en este tiempo en que no es posible recibir a Jesús en el Santísimo Sacramento, haced la Comunión espiritual.
Hijos míos, el tiempo de los grandes dolores se enfrenta terriblemente a esta Humanidad incrédula, desprovista de sentido común, alejada de Aquel que es el único y verdadero Dios.
El hombre ha dado la espalda a su Creador, ha elegido ir del brazo de Lucifer, ... No responde a mis llamadas de salvación, corre tras las falsas luces del Diablo, "convencido" de que todo volverá pronto a la normalidad.
El poder de Lucifer es grande, oh hombres, tened cuidado con sus engaños, ... ... pronto llegaréis a la verdad, ... vuestros ojos verán a Aquel a quien habéis negado.
Abrid vuestros corazones a Cristo Jesús, pedid perdón por vuestros pecados, ... Convertíos, oh hombres, el tiempo que se os ha asignado se ha acabado, no tenéis más tiempo. Mi grito es de salvación, oh hombres, no seáis sordos, mirad a vuestro alrededor, ya nada es bueno. El mal tormentoso se apodera de esta Humanidad, la guerra se libra, ¡los pueblos lucharán por un miserable trozo de plata! ¡Ah, qué infamia, hijos míos! Estás perdiendo vuestra vida y nunca podréis recuperarla, ¡porque negáis al Autor de la vida! Estáis siguiendo a la muerte, oh hombres, ¿qué alegría tendréis?
Arrepentíos, hijos míos, arrepentíos ahora, antes de que el trueno se manifieste. La muerte se apodera de vuestras almas, no permitáis más este desastre, hijos míos, volved a vuestro Dios Creador, reclamad vivir en la felicidad eterna y no muráis.
Mi Corazón de Padre está llorando, el corazón de tu Madre celestial está llorando, ... Dejad de seguir a la muerte y volved a la Vida.
La Santísima Virgen está de camino a vuestras casas, dadle consuelo. Ella viene a ayudaros, permitidle que os ayude.
He aquí que el cielo está a punto de oscurecerse, vuestra vida terminará para siempre si no tenéis el valor de decir Basta a Satanás.
Vamos, hijos míos, os sigo pidiendo, por el amor que os tengo, la "conversión"; ya no hay tiempo para las cosas de este mundo; ¡todo está acabado!