Jesús pisará la Tierra para habitarla con todos sus hijos —Carbonia



Revelaciones de la 
COLINA DEL BUEN PASTOR


Carbonia 8 de agosto de 2020 (mensaje recibido en la colina). Adelante hijos míos, la batalla está abierta, pero los hijos de Dios serán protegidos por su Dios Creador.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo os bendigo y os exhorto a ser cada vez más fuertes en este tiempo final.

La batalla se libra, Satanás está furioso con mis hijos, por eso, hoy vengo a vosotros en esta Colina de manera especial, vengo a tomaros en mis brazos, a consagraros a mi Corazón Inmaculado y a cuidaros en esta situación.

Jesús es el que pronto volverá a pisar la Tierra para habitarla con todos sus hijos, con todos aquellos que sepan tomar la situación en sus manos y combatirla como Jesús pidió. ...¡Fuera los traidores! ... ...serán arrojados al fuego del infierno. ¡Fuera los que no se han dignado a cumplir la voluntad de Dios y se han hecho dioses en la tierra! Su tiempo ha terminado, oh hombres, vuestra era ha terminado; ¡ahora veréis a los hijos de Dios hacer su gran estreno! Habitarán una nueva Tierra, serán grandes y serán divinos en la Divinidad porque habitarán la Divinidad.

Oh vosotros, hombres que sois infieles a vuestro Dios Creador, ... ...sólo un poco más y habréis marcado vuestro fin para siempre ...sufriréis un dolor infinito en la Geenna donde abrazaréis a vuestro dios, al que habéis seguido en mi lugar: habéis renunciado a la vida eterna,

habéis renunciado a las bellezas del cielo, habéis renunciado al nuevo paraíso.

Hijos míos, os habéis alejado de mí, ... ¡no Yo de vosotros! Os he llamado día y noche con lágrimas y dolor para poder abrazaros de nuevo en mis brazos, pero habéis permanecido sordos a mi voz, a mi súplica.

Se acabó el tiempo, ... Satanás está derrotado y lo sabe, ahora luchará con más furia contra los hijos de Dios, pero serán protegidos por sus Ángeles, no les sobrevendrá ningún dolor, al contrario serán grandes y serán caritativos con sus hermanos, como el Señor les pedirá que sean.

Hijos de Dios, del único y verdadero Dios, del Rey de reyes, del Dios vivo, abrazad el amor en Cristo, ... abrazad su Cruz, y saldréis victoriosos.

Y ahora, dejaos acompañar por la Santísima Madre que nunca os dejará solos; siempre estará a vuestro lado para protegeros de los ataques del Maligno. Cada intento de agresión contra vosotros caerá sobre ellos de mala manera.

 

Quien, en esta Tierra, se haya puesto en contra de Jesucristo, sufrirá un gran dolor y la pérdida de su alma.

Nadie es más grande que Dios, que el Rey de reyes, que Jesucristo, el Hijo de Dios. Nadie en esta tierra puede vencer al Hijo de Dios.

Dios vino a esta Tierra para traer el AMOR, el Mandamiento del amor. Vino a abrazar una Humanidad con Amor, pero el hombre, ya tomado por Satanás, no quiso escuchar la voz de Dios y lo crucificó, ... blasfemó y se burló de Él, ... ¡lo humilló en la cruz! ¡Pero Dios es Dios! Su plan de salvación continúa, sus ángeles lucharán ahora junto a sus hijos. En esta batalla final, guiados por María Santísima, irán a la victoria en Cristo Jesús.

Abandonaos completamente en los brazos de vuestro Dios Creador, sólo en Él encontraréis el Refugio adecuado, sólo en Él seréis salvados.

Vamos hijos míos, la batalla está abierta, se encenderá un fuego, será una mecha que estallará sobre toda la tierra, pero los hijos de Dios serán protegidos por su Dios Creador.

Hijos míos, sed fuertes, sed alegres, ¡estáis a punto de entrar en el Reino de Dios!

En nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, os bendigo y os abrazo a mi Sagrado Corazón.

Os entrego en los brazos de mi Madre, María Santísima, Aquella que me condujo por este Calvario terrenal hasta la Resurrección.

He aquí, amados míos, que os dejo en sus manos para que os proteja de toda situación de maldad.

Mi Santísima Madre, a ti te entrego hoy a estos hijos, tú eres su Madre, ellos son tus hijos.

Te los confío, Madre, hoy te los vuelvo a confiar,

como te los confié al pie de la cruz.

Hoy renuevo este deseo mío.

Te los entrego de nuevo aquí, al pie de esta Colina, ante esta Gruta que pronto haré luminosa en Mí.

Bendito y alabado sea en todo momento el Santísimo y Divino Sacramento. Bendito y alabado sea en todo momento el Santísimo y Divino Sacramento. Que el Santísimo y Divino Sacramento sea alabado y bendecido en todo momento.

Quien lo intente, quien lo intente, quien intente perturbar este lugar, será aplastado por el pie de María. Que nadie se enfrente a Dios, nadie. Porque ya ha perdido la batalla. Ante la mera idea de dar ese paso, habrá llanto.

Todas las almas que se han alejado de Mí llorarán y crujirán sus dientes. Mientras que Mis hijos serán fuertes porque el don del Espíritu Santo los hará poderosos, y ayudarán a estas criaturas que se han abandonado a Mi enemigo.

El que ayer reía, hoy llorará, y el que ayer lloraba, hoy reirá.

Todavía espero lo que me pertenece, todavía espero lo que me han quitado.

Quien se haya vuelto contra Dios se encontrará ahora con Dios cara a cara y recibirá su recompensa.

No dejes que gotee más Sangre de mi Corazón, estoy esperando que me devuelvan lo que me pertenece, ¡que no sea demasiado tarde!

¡Esta colina está sedienta! ¡Tengo sed! ¡Esta colina está sedienta!