bergoglio acusa al Espíritu Santo de sus herejías




Un católico no puede pensar en lo uno o en lo otro y reducir todo a la polarización, afirmó el polarizador Francisco en otra entrevista (AmericaMagazine.com, 28 de noviembre).

Preguntado por si hay cosas que hubiera hecho de forma diferente o de las que se hubiera arrepentido durante los diez años de su pontificado, respondió entre risas: "¡Todas! ¡Todas! Todo diferente!"

Culpa al "Espíritu Santo" de sus muchos errores: "Hice lo que el Espíritu Santo me dijo que hiciera. Y si no lo hice, me equivoqué".

Evidentemente, hablando de sí mismo, añadió: "Cuando hay polarización, surge una mentalidad divisoria que privilegia a algunos [= los poderosos] y deja atrás a otros [= los católicos]."

Francisco cree que el católico siempre "armoniza las diferencias" - mientras que Francisco hace lo posible por exacerbarlas.

En la religión de Francisco, el Espíritu Santo "provoca primero el desorden". Cita como ejemplo la mañana de Pentecostés y la "confusión" y el "desorden" que el Espíritu supuestamente hizo allí, pero "luego trae la armonía". Sin embargo, Pentecostés no causó el caos. El Espíritu Santo es el orden. El que causa el desorden se llama "diablo". "El orden a partir del caos" es el lema de los masones.

El espíritu armoniza las diferencias opuestas, cree Francisco. "Cuanto más armonía hay entre las diferencias y los opuestos, más católico es". Si esto es cierto, entonces Francisco no es muy católico.

Durante la larga entrevista, Francisco repitió sobre todo sus conocidos eslóganes. Criticó a "algunos grupos católicos ideológicos" en los Estados Unidos. Uno se pregunta a quién se refería.

Dijo que un bebé no nacido es un ser vivo y planteó dos buenas preguntas: "¿Es correcto deshacerse de un ser humano para resolver un problema? La segunda pregunta: ¿es correcto contratar a un "sicario" para resolver un problema?". Por otro lado, Francisco es conocido por vitorear a los abortistas.

Sobre la guerra en Ucrania, Francisco marcha ahora al son de la OTAN: "Seguramente quien invade es el Estado ruso". Después de nombrar a Putin, añadió que no lo nombraba porque "no era necesario", eso "ya se sabía".

De esto podemos concluir que Francisco carece de discernimiento. No es de extrañar que hable de ello tan a menudo.


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