¡Judas! ¡Judas! ¿Dónde está tu victoria?… —Carbonia



Carbonia 27.12.2022


Las Obras del Señor tendrán su cumplimiento.


El cielo gris avanza, la tormenta está a las puertas: el invierno será frío y los hombres no podrán calentarse.

El monstruo del Mal está al acecho, ¡sus tentáculos agarran almas heladas! Están bajo su dominio: no podrán liberarse porque son demasiado débiles sin su Dios Amor, del que se han apartado para seguir las falsas luces que el Monstruo manifestaba a sus ojos.

Amados hijos, en verdad os digo: implorad Mi Misericordia, apartaos del pecado y pedid Mi Perdón con verdadero arrepentimiento de corazón.

Has llegado al tiempo predicho en el Apocalipsis de Juan:

ahora veréis cumplirse ante vuestros ojos las profecías anunciadas, 

veréis el avance de los ejércitos de demonios que buscarán robar vuestras almas,         

oiréis el tintineo de sus cadenas que se arrastrarán por las calles de la Tierra, y sentiréis escarcha en vuestros corazones,       

y no podréis defenderos porque estáis privados de Mí.    

No tendréis la ayuda de Mis Ángeles porque Me habéis rechazado, prefiriendo a la maldita Serpiente antes que a Mí.


Hijos Míos y ya no Míos por vuestra libre elección, hoy seréis pisoteados por aquel mismo al que seguisteis en Mi lugar.

Amadas criaturas mías, el Verbo está a punto de manifestarse en la Carne y, como Tomás, podréis meter el dedo en Su costado y creer.

Alégrate, pueblo mío, alégrate. He aquí que tu Dios viene a liberarte de la esclavitud de Satanás, viene a tomarte en sus brazos y a conducirte a un mundo nuevo donde todo huele a Cielo.

Las Obras del Señor tendrán su cumplimiento, ... ¡es Dios quien lo quiere!

Queriendo o sin querer, todo se realizará a los ojos de los insensatos, verán la intervención de Dios y no harán más que asombrarse.

Y vosotros, oh hombres, que decís que sois mis pastores, vosotros, que ya no anunciáis la Verdad desde el ambón, vosotros, que os engañáis a vosotros mismos pensando que tenéis razón, aunque sabéis que no es así, ¡os estáis hundiendo en esa barca que ahora es como un colador, está llena de agua por todos lados!

He aquí que pronto se hundirá porque Me ofendéis, volveré a tomar en Mí lo que Me pertenece y abriré las puertas del Infierno para catapultar en él a todos los traidores.


¡Judas! ¡Judas! ¿Dónde está tu victoria?...

Has tomado la forma de la serpiente maldita, 

te has encandilado con él y le has apoyado, 

has vendido tu alma, 

morirás con un dolor insoportable, 

morarás en el infierno... donde nunca tendrás paz.


Jesús dice a su pueblo fiel: he aquí hijos míos, alegraos porque hoy ha llegado para vosotros la salvación. Habéis sufrido por las blasfemias de los traidores; habéis dado vuestra vida por el cumplimiento del plan de Dios; habéis sostenido y proclamado el santo Evangelio; hoy, llenos del Espíritu Santo recibiréis la alegría de la vida eterna en Mí.


Alegraos, hijos de David, alegraos. ¡He aquí que Él llega!