Francisco altera el sacramento de la Confesión



Francisco, de nuevo, predica una absolución de saldo

En un discurso pronunciado el 3 de febrero ante los obispos de la República Democrática del Congo, Francisco se burló del sacramento de la confesión.

Instó a los obispos a "ser misericordiosos" y a "perdonar siempre" [sólo los pecados políticamente correctos]. Francisco nunca perdona cuando alguien es católico.

"Cuando un fiel se confiesa, viene a buscar el perdón, a pedir la caricia del Padre", romantizando a los fieles y acusa a los sacerdotes: "Nosotros, señalando con el dedo acusador, decimos: '¿Cuántas veces? ¿Y cómo lo has hecho?'. No, eso no".

La doctrina nos enseña que se ha de confesar el número exacto de pecados mortales y si no se puede un número aproximado, también la especie del pecado que aumenta o disminuye su gravedad. Por tanto, bergoglio cambia por capricho lo que está establecido por la Iglesia para el perdón de los pecados en la Confesión Sacramental

Según este consejo, las confesiones se convertirían en un ritual vacío y el sacerdote en una máquina de producir "absoluciones" baratas.

Cayendo presa de su habitual confusión, Francisco insistió en que debemos observar el Derecho Canónico, "porque es importante, ¡PERO el corazón del pastor va más allá! Arriesgarse. Arriésguense del lado del perdón. Siempre. Perdonen siempre en el Sacramento de la Reconciliación".

Las absoluciones baratas no son un riesgo, sino pereza clerical.


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