Gráficos proféticos de Edson Glauber



Varias veces a lo largo de los años, a instancias de la Virgen, Edson Glauber, vidente de Itapiranga (1) representó gráficamente ciertas visiones proféticas que se le mostraron. Algunos ya se han cumplido. Otros, sin embargo, están abiertos al futuro.

En la aparición del 2 de diciembre de 2015 ocurrió algo singular. La vidente recibió un mensaje de la Santísima Virgen, como siempre. Pero lo singular es que en esta ocasión Edson hizo cuatro gráficos proféticos (cuatro dibujos, todos durante la misma aparición, esto no había ocurrido nunca antes...) representando la sucesión de cuatro visiones de las que fue favorecido por la Virgen.


El primer dibujo trata de la manifestación de la Madre de Dios sobre el mundo entero, donde derrama sus lágrimas por la grave situación de pecados y abominaciones que están contaminando la tierra a raudales. Las palabras del gráfico son la petición constante de la Virgen, desde hace dos siglos: "Rezad por el mundo, rezad". Rezad".


El segundo gráfico muestra la destrucción del Vaticano. De hecho, se pueden ver claramente las llamas y (lo que parecen) explosiones subiendo por los lados de la basílica de San Pedro y muchos muertos en la plaza. En la parte superior de la hoja está escrito: " Dejad de pecar, volved a Dios, rezad". Esta es la petición que la Madre de Dios dirige a la Iglesia, para que vuelva a la vida santa, su vocación divina.


La tercera imagen habla de una gran catástrofe para Italia: se indica que todos los Apeninos serán golpeados por un gran terremoto. Muestra tres divisiones que dividirán a Italia en cuatro partes. A continuación, se muestra en el dibujo que habrá dos marejadas, que golpearán tanto la costa del Adriático como la del Tirreno. La expresión que encabeza la hoja es indicativa: "Justiça", que significa "justicia" en portugués: Dios hará justicia, limpiará el mundo de la podredumbre moral con castigos ejemplares si los hombres siguen viviendo en pecado, no le escuchan, no se convierten y se ciegan cada vez más.


En el cuarto gráfico, por último, se vuelve a representar a la Santísima Virgen, o mejor dicho, a su Corazón Inmaculado, y en la hoja se lee: "Consagraos a mi Corazón Inmaculado; paz, oración y conversión". En esta visión-gráfica, la Madre de Dios sostiene un rosario con su mano derecha.

Así explica Edson la imagen que representa el Corazón Inmaculado de María:


"Entra en mi Corazón Inmaculado [...]. La Virgen te pide que entres en su Corazón. Quien entra en su Corazón Inmaculado, la Virgen lo protege. La Virgen nos defiende, la Virgen nos acoge".

Y aquí está el mensaje del 2 de diciembre que la Virgen dio a la vidente:

"¡Paz mis queridos hijos, paz! Hijos míos, ofreced al Padre eterno los méritos de mi divino Hijo para la conversión y salvación del mundo. El amadísimo Corazón de mi Hijo está indignado, y el mundo está en una gran ceguera espiritual. El Padre está indignado por los pecados del mundo, y su mano pesa sobre la Iglesia y sobre la humanidad ingrata. Rezad mucho y ofreced reparaciones porque muchos ya no creen, sus corazones están sucios y sus manos manchadas a causa de sus errores. Yo, vuestra Madre Inmaculada, intervengo para obtener más misericordia para vosotros y para el mundo. ¡Regresad al Señor! Pedidle perdón, y Él tendrá misericordia de todos vosotros. Un gran mal vendrá y muchos sufrirán, y ofrecerán sus vidas con dolor y sangre. ¡Esto es lo que quiero deciros! Sed fieles a Dios hasta el final, y creed que para los que aman verdaderamente al Señor, la muerte no será el final, sino vuestro encuentro con el Señor para siempre, en la eternidad. Volved a la oración y al camino de la penitencia, y así como el Señor tuvo misericordia de Nínive, también tendrá misericordia de cada uno de vosotros".

¿Cuál es el significado de estos gráficos y su sucesión? Me gustaría esbozar un intento de respuesta.

Examinemos los cuatro gráficos realizados por Edson. La sucesión de los gráficos tiene su propia lógica, que me gustaría comprender.


El primer gráfico es una visión-amonición que reitera, en un lenguaje sencillo e imaginativo, lo que la Sagrada Escritura enseña y la Iglesia presenta como una verdad incontrovertible: los que pecan "por su cuenta crucifican al Hijo de Dios y lo exponen a la infamia" (Heb 6,6).

No sólo Cristo, sino también la Virgen, que es la Corredentora del género humano y, como tal, ha llevado verdaderamente, con su Hijo, el peso de los pecados del mundo. Es decir: con sus pecados, los hombres han crucificado verdaderamente al Hijo de Dios y a su Madre Inmaculada, cuyo sacrificio sangriento de hace 2000 años en el altar de la Cruz se renueva sacramentalmente, sin sangre, cada día durante la celebración de la Santa Misa.

. Un misterio grande y a la vez muy real por el que la Virgen llora esas lágrimas que derramó en el Calvario hace 2000 años y del que todos los que pecan a sabiendas y voluntariamente han sido causa, lo siguen siendo y lo serán en el futuro.

El segundo y el tercer designio son la profecía de dos inmensas catástrofes que se explican por la ley evangélica: "A quien se le dio mucho, se le exigirá mucho; a quien se le confió mucho, se le exigirá mucho más" (Lc 12,48).

Roma e Italia, tan bendecidas por Dios, tan gloriosas por su pasado, hoy se han convertido en algo peor que los pueblos infieles a causa de sus pecados que contaminan el mundo, como el propio vidente explicó a quienes le preguntaron por qué estas terribles profecías se refieren precisamente a Roma e Italia. Para lo cual se aplica la palabra profética de Jesús:

"¡Ay de ti, Corazín, ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que se han hecho entre vosotros, hace tiempo que se habrían convertido poniéndose el cilicio y cubriéndose de ceniza. Por eso, en el juicio, Tiro y Sidón serán tratados con menos dureza que vosotros" (Lc 10,13-14).

La enseñanza del Señor es eterna, infalible, inmutable: los que han recibido más y no han pagado más serán castigados más severamente porque la infidelidad de los que han sido favorecidos por Dios y beneficiados por Él con mayores gracias es más grave y merece un castigo más duro.



El cuarto gráfico es el decisivo, pero sólo se entiende en el conjunto del mensaje y de los demás designios proféticos. Se podría decir que aunque es la última visión en orden cronológico, es sin embargo la primera en orden de importancia. Última porque es decisiva, como en todas las demás apariciones marianas también en las de Itapiranga. La Virgen siempre ha explicado que si todos nos consagramos a su Corazón Inmaculado, la salvación está asegurada, los castigos evitados, de modo que, como dice la Santísima Virgen en su mensaje: "Así como el Señor tuvo misericordia de Nínive, también tendrá misericordia de cada uno de vosotros". Pero con la condición de que se produzca la conversión y de que nos consagremos al Corazón de María.

En esta sucesión, pues, el corazón teológico y espiritual de las cuatro profecías es precisamente la consagración, que la Virgen le pide como medio absolutamente eficaz para salvar nuestras almas, las de tantos hermanos nuestros, y probablemente también nuestros cuerpos. Es el medio "resolutivo" respecto a cada desastre que el pecado está causando en nuestro mundo y en nuestra Iglesia, de cada desastre catastrófico que parece estar a punto de golpear al género humano por su insoportable y reiterada impiedad e infidelidad. La consagración al Corazón Inmaculado de María es realmente el "remedio de los remedios" que está en manos de todos para aceptar y vivir con coherencia y profundidad según las peticiones de la Santísima Virgen.


Sin embargo, hay que aclarar, para evitar malentendidos, que la protección que se promete con la consagración no es principalmente la que concierne a la vida física: en definitiva, no podemos tener la garantía de la "inmunidad temporal", sino que se nos promete ciertamente la "inmunidad espiritual" que concierne a la esfera del espíritu, que garantiza que podamos escapar del pecado y de sus consecuencias y tener todas las gracias necesarias para estar preparados en el momento en que la humanidad pueda ser golpeada por la justicia divina.


Sin embargo, parece un hecho inequívoco que también se pedirá a algunos justos que sacrifiquen sus vidas. Pero la muerte de los malvados y la de los justos son totalmente diferentes. El pecador que es abatido pierde su vida para siempre, eternamente, mientras que el justo, como dice María en su mensaje, la vuelve a encontrar y se convierte en instrumento para que muchos otros también la encuentren:

"Muchos sufrirán, y ofrecerán sus vidas con dolor y sangre [...]. Sed fieles a Dios hasta el final, y creed que para los que aman verdaderamente al Señor, la muerte no será el final, sino vuestro encuentro con el Señor para siempre, en la eternidad".

Que estas palabras sean un consuelo para todos nosotros e infundan en nuestros espíritus nuevos ánimos para las batallas que nos esperan y en las que estamos llamados a participar activamente.




1- La “aprobación oficial” no es aún firme, según el informe de MiracleHunter.com. En mayo de 2009 el arzobispo Carillo Gritti de Itacoatiara declaró que tras una investigación de cinco años, “considerando estas opiniones, testimonios y desarrollos y ponderando todo en oración y reflexión teológica, todo me lleva a encontrar que en apariencia Itapiranga es de origen sobrenatural”.

Nueve meses después, en enero de 2010, el arzobispo promulgaba un decreto que permitía el culto a la Virgen en Itapiranga (la web del santuario es www.santuariodeitapiranga.com.br) y establecía una comisión para seguir investigando las apariciones, que siguen teniendo a Edson Glauber como único vidente (con la excepción, en cierta época, de su madre).