Bergoglio dice de una Dama que le presenta a dos conversos:
“Y esta señora, que hablaba español, me dijo: “Padre, estoy feliz porque he convertido a estos dos: este viene de este lugar y este viene de este”. Me enojé, ¿sabes?, y dije: "No has convertido nada, has faltado el respeto a esta gente: no los has acompañado, has hecho proselitismo y esto no es evangelizar". ¡Estaba orgullosa de haber convertido!”.
(https://www.vaticannews.va/it/papa/news/2023-05/papa-francesco-udienza-barnabiti-sa-zaccaria-missione-spirito.html)
Pobrecito, tal vez aún no ha entendido que a nosotros, los católicos, no nos importa su enfado.
Nosotros, los católicos, más bien tememos a "Aquel que tiene poder para arrojar el alma y el cuerpo a la Gehena". (Mt 10, 28)
Y si no se convierte, Bergoglio entenderá de qué se trata por experiencia personal.
Pero nosotros, los católicos, sabemos que Jesús mandó a sus seguidores:
“Id, pues, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado. He aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo". (Mt 28, 19-20)
Francesco d'Erasmo, sacerdote católico
Visitación de la Santísima Virgen María