En su homilía del jueves en la cárcel de mujeres de Rebibbia (Italia), Francisco volvió a "canonizar" a Judas, de quien Cristo dijo que habría sido mejor que no hubiera nacido.
"Judas es incapaz de llevar adelante el amor. Entonces el dinero y el egoísmo le llevan a este mal [la traición]. Pero Jesús lo perdona todo. Jesús siempre perdona", afirmó Francisco, como si quisiera conjurar un cheque en blanco para sus propias traiciones a la Iglesia, omitiendo gravemente el hecho de que, para que Dios perdone, el hombre debe pedirle perdón, cosa que Judas nunca hizo. Es otra forma grotesca de minimizar el pecado en general y el deicidio en particular
Francisco afirmó entonces que Cristo "sólo nos pide que pidamos perdón". Pero eso no es cierto, ya que también exige la confesión sacramental, el arrepentimiento, la intención de cambiar y la satisfacción.
Traducción IA