Mensaje de la Misión de la Divina Misericordia




Mensaje recibido en Español por Hermana Amapola


[Dios Padre]

Mis hijos todos,

Acercaos a Mi Corazón.

En estos días santos que estáis por vivir, en que recordáis el Amor Inefable de Nuestra Santísima Trinidad – Amor expresado en el Don que Yo, vuestro Padre, os doy en Mi Hijo Amadísimo, Mi Primogénito – Mi Jesús – Mi Palabra viva, enviada a vosotros para llevaros Mi Amor, para mostraros Mi Rostro y Mi Corazón, a fin de que recibiendo en Él Mi Amor, regresases a Mí.

Amor expresado por la Obediencia y el Sacrificio total – Cuerpo, Alma, Espíritu, Divinidad – de Mi Jesús, por amor a Mí y amor a vosotros, para rescatar a vuestras almas del dominio de Satanás, para derrotar con Su Victoria al pecado en vuestros corazones y traeros el bálsamo de la esperanza.

Amor expresado en la Cruz en donde el Amor y el Dolor se unen en la Ofrenda Perfectísima que os hace capaces de recibir al Fuego Divino, a Nuestro Santísimo Espíritu.

Veis, hijos, cómo – en medio de la más atroz traición, abandono, odio, y blasfemia tras blasfemia – Nuestra Acción nunca se había manifestado con tal Amor, Poder, y Gracia, como en esas Horas tan oscuras.

Y veis lo que Nuestro Amor por vosotros Ha logrado en Esa Hora.

Hijos – ésta es la Hora negrísima nuevamente, de oscuridad aún más profunda y horrenda, pues ahora se traiciona con pleno conocimiento y con almas que llevan el Sello de la Redención[1].

Hijos, no comprendéis lo atroz de esta traición.[2]

Ni cómo la aplastaré.[3]

El Cuerpo Místico de Mi Jesús ha sido traicionado, vendido, usado para entronizar al hijo de Satanás[4]que está por aparecer.

Este Cuerpo Sacratísimo[5] está siendo abandonado, rechazado; no como creéis –  al separarse Mis hijos de él – sino al abandonar todo aquello que da vida a este Cuerpo:  Mis enseñanzas y mandatos, vuestra unión Conmigo por medio del cumplimiento de Mi Voluntad, la FE en Mí.  Esta separación es como una célula cancerosa – no se separa físicamente del cuerpo, sigue en él, pero se separa del orden propio que Yo establecí para esa célula y se distorsiona, se deforma, y en vez de construir este Cuerpo según Mi Querer, se vuelve algo monstruoso y deforme, que acaba con la vida de todo el Cuerpo – debilitándolo cada vez más y causando un sin fin de sufrimiento innecesario.

Hijos Míos,

Todos habéis rechazado Nuestro Amor en algún momento.  Todos necesitáis Mi Misericordia y Perdón.  Todos necesitáis el baño de Mi Gracia.  Y TODOS, hijos,  necesitáis Mi Luz.

 Abrid vuestros corazones a esta Luz que pronto descenderá sobre vosotros.  Recibidla con Amor, pues es señal de Mi Amor Infinito que no escatima NADA por el bien de Mis hijos – vosotros, Mis pequeñuelos.

Hijos, reparad la ofensa a vuestro Padre con vuestros actos de FE y CONFIANZA y el santo Abandono que Me permite hacer tanto en vuestras almas – maravillas de Mi Gracia.

En estos días Santísimos, ofrecedme TODO.  Todo cuanto Yo permita en vuestras vidas, en vuestro diario vivir.  Dádmelo cual ofrenda de reparación.

Hijos Míos, lo que os pido en estos días es vuestra FE.

Mirad cómo todo radica en la FE – en el horror que acaece cuando no hay FE – y las Maravillas que Yo realizo cuando la encuentro.

¿Qué hizo Mi Jesús en estos días Santísimos?

Cumplió Mi Voluntad.  Obedeció a Mi Querer.  Se vació a Sí mismo de tal manera que en Él sólo quedó Mi Querer – todo Él se hizo exclusivamente “El Querer de Mi Padre”.[6]  Por esto soportó todo, sufrió todo, expió todo por vosotros.  Por Amor a Mí y a Mi Querer, que no es más que Amor y Misericordia para Mis creaturas.

En esto, hijos, es en lo que quiero que Lo imitéis.  Vaciaos de vosotros mismos, de vuestros deseos, de vuestros pensamientos tan limitados, de vuestro querer, para que podáis recibir Mi Querer en vosotros, para que lo pongáis en el centro de vuestro ser.

Mi Querer Soy Yo en vuestras almas.

Hijos míos, si queréis caminar como lo hizo Mi Jesús – fiel hasta la Cruz, fiel hasta la última lanzada – necesitáis la Presencia de vuestra Madre del Cielo, Mi Amada y Predilecta – María Santísima, a Quien os He dado cual Refugio, Protección, consuelo y Guía.[7]

La Inmaculada – por voluntad Mía y por su propia voluntad, pues nunca manchó con su pensar Mi Voluntad, que reina en Ella como el sol de mediodía en un día despejado.

Hijos, ésta es la imitación más perfecta que quiero en vosotros – sacrificar vuestra voluntad, vuestro pensar, para recibir Mi Voluntad, Mi Luz.

Hijos, el Corazón de Mi Jesús fue traspasado para obteneros la Gracia de recibir Mi Voluntad en vuestro espíritu.  No desperdiciéis tal Don obtenido con tal dolor.[8]

“Hágase en Mí según tu palabra.”
“Padre, en Tus manos encomiendo Mi Espíritu.”[9]

Consolad Mi Corazón, hijos.
Vuestro Padre que os ama +

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[1] Se refiere al sello del Bautismo.

[2] Detrás de estas palabras dichas con tanta seriedad percibí como la profundidad del horror y del dolor de todo el Cielo al ver que almas bautizadas rechazan a Dios.

[3] Cuánta fuerza y autoridad hay detrás de estas palabras tan breves y sencillas.

[4] Entiendo que se refiere al Anticristo.

[5] Me sorprendió el uso de esta frase para referirse a la Iglesia, pues suele usarse exclusivamente en referencia a la Sagrada Eucaristía o al Cuerpo físico de Jesús.  Siento que quizá la usa para hacer énfasis en que la Iglesia – como Jesús mismo – es un don de Su Amor, y lo grave que es rechazar o distorsionar este don Suyo.

[6] Siendo Dios y siendo Uno con el Padre, Su Voluntad es la misma que la del Padre.  Pero aquí se refiere a la cooperación de Su Humanidad.  “Padre Mío, si es posibleque pase de Mí esta copa, pero no sea como Yo quiero, sino como quieras Tú.”  (Mateo 26,39

[7] Me dictan con mayúsculas la mayoría de las referencias a María Santísima, en señal de Su gran Amor por Ella y del lugar único que tiene, para enseñarnos a apreciar la grandeza de Quién es Ella para la Santísima Trinidad.  El uso de las mayúsculas es sólo una manera más de expresar por escrito lo que se comunica más allá de las palabras mismas.

[8] Cuantísimo Amor y cuantísimo Dolor hay detrás de estas palabras.

[9] Lc 1, 38 y Lc 23, 46 respectivamente.


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