Son ya las 12: ¡es la señal para la reunión de los hijos de Dios! —Carbonia



Carbonia 27.03.2024

Ya son las 12 del mediodía, ... suena la trompeta del Ángel, 

¡es la señal para la reunión de los hijos de Dios!


Atrás queda la tormenta, ¡¡¡venid hijos Míos a regocijaros!!!


¡Aquí vengo a vosotros! ¡Como Redentor, vengo a tomar a mis Elegidos! Venid, venid benditos del Señor.


¡Amados Míos, vuestros ojos brillarán con nueva luz! Doblaré vuestros corazones hacia Mí, los pondré en el Mío y seréis perfectos en Mí. Seréis testigos de una historia antigua y viviréis para Mí, en Aquel que os creó.


Son ya las 12 del mediodía, ... suena la trompeta del Ángel, 

¡es la señal para la reunión de los hijos de Dios!

Amados de vuestro Señor, la tormenta ha pasado, las nubes del cielo parecen nuevas, están revestidas de una nueva luz, el Señor pasará a través de ellas para descender a la Tierra.

La nueva Jerusalén descenderá del Cielo y abrazará en Sí a todo hombre digno de Su Abrazo: y... ¡¡¡Cielos Nuevos y Tierra Nueva!!!

¡Jesús de Nazaret volverá para manifestarse en Su Gloria!

Su Cáliz mostrará a todos los hombres: ... ¡la copa de Su Victoria!  Su Sangre derramada por vosotros, por vuestra salvación.

La vida entrará nueva en las maravillas de Dios, la Creación mostrará su verdadera belleza en Dios, y los hombres serán bellos en la paz de su Creador.

Amados hijos, oh vosotros que Me habéis sostenido en fidelidad y amor en esta misión salvadora, a vosotros os destino la vida eterna en Mí.

Alegraos hijos Míos, vuestro tiempo ha llegado, los dones de Dios os abrumarán, tendréis nuevos ojos para ver, hablaréis Su Lengua, os regocijaréis en Él, contemplaréis Su Belleza.

Abrazad el Santo Evangelio, ¡oh hombres! Jesús habla a través de Sus Profetas y Apóstoles de los últimos tiempos, escuchadlos.

Amados Hijos, poned dentro de vosotros el signo del Dios Vivo, (la cruz), marcaos en Aquel que os creó. Que vuestros ojos estén preparados para ver y conocer Sus maravillas.

Es la hora del rapto de los Elegidos, estad preparados hijos Míos, sedme fieles, la batalla será terrible pero en Dios es segura la victoria.

Las sombras de la noche se espesaran y el miedo entrara en el hombre lejos de su Creador, el terror se apoderara de los corazones de muchos.

Abrazadme, hijos Míos, no temáis, ¡¡¡Yo Soy!!!

Poneos en obediencia a mi Madre Santísima, Ella os tomará de la mano y os acompañará hasta Mí, Ella os protegerá en la batalla, Ella manifestará la victoria en Cristo Jesús su Hijo. Amén.