Este estudio japonés propone realizar pruebas a los donantes de sangre contaminados por la espiga, ya que los productos sanguíneos obtenidos de su sangre son peligrosos. Estos donantes son víctimas del “covid prolongado” y ven deteriorarse su salud. Problema 97% están vacunados… ¿Y SI LA VACUNA FUERA RESPONSABLE?
El 97,5% de las víctimas de covid de larga duración están vacunadas… ¿quién dijo que las vacunas protegen?
De los participantes, el 32,6% eran estudiantes y el 27,7% profesionales de la salud. La mayoría de los participantes tenían un IMC normal y ninguna comorbilidad. Durante el curso de la enfermedad, el 96,4% de los participantes no tuvo... Leer más →
La pandemia de coronavirus fue declarada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2020 y rápidamente se implementó un programa global de vacunación genética como solución fundamental.
Sin embargo, muchos países en todo el mundo han informado que las llamadas vacunas genéticas, como las que utilizan ARNm diseñado que codifica la proteína espiga y nanopartículas lipídicas como sistema de administración de medicamentos, han provocado trombosis posvacunación y daño cardiovascular posterior, así como una amplia variedad de enfermedades que afectan a todos los órganos y sistemas, incluido el sistema nervioso.
En este artículo, basándose en estas circunstancias y en el volumen de evidencia emergente recientemente, llamamos la atención de los profesionales de la salud sobre los diversos riesgos asociados con las transfusiones de sangre que utilizan productos sanguíneos de personas que han sufrido COVID prolongado y enfermedades genéticas, incluidas aquellas personas que han recibido vacunas de ARNm, y hacemos propuestas de pruebas específicas, métodos de prueba y normativas para abordar estos riesgos. Esperamos que esta propuesta constituya la base de un debate sobre cómo abordar el síndrome postvacunación y sus consecuencias tras estos programas de vacunación
https://www.preprints.org/manuscript/202403.0881/v1
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