El gobierno globalista recientemente instalado del eurócrata Donald Tusk busca enmendar el código penal del país para tipificar como delito la “incitación al odio” contra la comunidad LGBT con tres años de prisión.
La primera semana de la ley de "discurso de odio" extremo en Escocia puede haber caído en un caos, pero eso no impide que otros gobiernos progresistas la intenten, con el Ministerio de Justicia del Primer Ministro polaco Donald Tusk tratando de implementar restricciones de expresión similares a aquellas impuesto en Escocia.
Según el abogado polaco Bartosz Lewandowski, la ley podría dar lugar a que se procese a personas por declarar que sólo se puede ser hombre o mujer o por negarse a utilizar los llamados “pronombres preferidos” de alguien. La enmienda también penalizaría declaraciones como “el transgénero es un trastorno mental” o incluso citar escrituras bíblicas que condenan la homosexualidad, afirmó.
Lewandowski dijo que según su interpretación de la enmienda, la ley esencialmente criminalizaría cualquier crítica hacia la comunidad LGBT. (…)